El número de habitantes amenta a razón de 78 millones de personas por año, la mitad de la población tiene menos de 25 años y hay más de 1.000 millones de jóvenes entre 15 y 24 años de edad.

Asimismo, la mayor parte del crecimiento de la población está ocurriendo en los países del mundo más pobres y menos preprados. Estos son algunos de los datos del Informe "Estado de la Población Mundial 1999" del Fondo de Población de las Naciones Unidas, presentado hoy en Madrid.

El estudio señala que, a pesar de que la tasa de crecimento de población ha bajado de 2,4% a 1,3% en los últimos 30 años, y de que la tasa de fecundidad ha pasado de seis hijos a tres, el volumen de habitantes aumenta y más del 95% de ese incremento se produce en países en desarrollo.

Las regiones donde el crecimiento es más acelerado son las de Africa y partes de Asia meridional y occidental. Mientras tanto, el crecimiento de la población se ha hecho más lento o se ha detenido en Europa, América del Norte y Japón.

Estados Unidos es el único país indstrializado donde, según las proyecciones, la población seguirá aumentando, en gran parte como resultado de la inmigración.

POBREZA

Por otra parte, el informe advierte de que 1.000 millones de personas siguen privadas de satisfacer sus necesidades básicas. Así, de los 4.800 millones de personas que viven en países en desarrollo, casi las tres quintas partes carecen de saneamiento básico, casi un tercio carecen de acceso a agua no contaminada, un cuarto carecen de vivienda adecuada y un quinto no tieen acceso a servicios de salud modernos. En las regiones menos adelantadas, un quinto de los niños no llegan al quinto grado en la escuela.

También va en aumento la presión sobre el planeta, debido al despilfarro y el desequilibrio en las pautas de consumo y a las crecientes cantidades de personas, lo cual incrementa la demanda de alimentos y agua.

Además, prosigue el informe, aún no se ha determinado cuáles serán los efectos del calentamiento mundial. Algunos posibles cambios, entre ellos la eleación del nivel del mar, la intensificación de los huracanes y las inundaciones, podrían afectar a miles de millones de personas.

Los efectos acumulados de la persistente pobreza, la discriminación por motivos de género, el sida, el cambio medioambiental y la disminución de los recursos para el desarrollo "tienen la posibilidad de desbaratar los beneficios de las más bajas tasas de natalidad", indica Naciones Unidas.

COOPERACION

La secretaria general de Asuntos Sociales, Amalia Gómez, presidió l acto de presentación del informe, al que calificó de "magnífica radiografía que invita a invertir en desarrollo social". En su intervención, destacó la importancia de la sociedad civil y de las ONGs en el siglo XXI que, en su opinión, van a ser piezas claves para el desarrollo mundial, "sin sustituir la responsabilidad de los estados".

Otros aspectos importantes, a juicio de Gómez, son la educación, "que es el eje fundamental del desarrollo y el mejor instrumento contra las desigualdades"; el agua ptable; los movimientos migratorios internacionales y el envejecimiento de la población. "Todos ellos son aspectos fundamentales sobre los que hay que seguir reflexionando de cara al próximo siglo", subrayó.

También asistieron al acto la directora de la División de América Latina y el Caribe del Fondo de Población, Marisela Padrón, e Isel Rivero, directora del Centro de Información de Naciones Unidas en España.

Padrón aprovechó su participación para pedir una mayor cooperación de los países desarrllados ya que, en su opinión, la cooperación externa no está siendo suficiente. "Hay que promover e incrementar la voluntad política de los países donantes", recalcó.

Por último, el informe concluye que el hecho de que el crecimiento de la población siga perdiendo velocidad y que vaya acompañado de creciente bienestar o de crecientes dificultades "dependerá de las decisiones que se adopten y de las acciones que se realicen en el próximo decenio y, en particular, de las acciones encaminadas a aumentar a educación, promover la igualdad de género y velar por el ejercicio universal del derecho a la salud, incluida la salud reproductiva".