Según informó la Policía, los cuatro arrestados (uno en España y tres en Marruecos) instrumentalizaban sus perfiles en redes sociales para divulgar el ideario propagandístico de esta organización terrorista como el medio más directo para “captar, adoctrinar y reclutar” nuevos adeptos.

Una de las detenciones tuvo lugar en Guadalajara. El arrestado, de 31 años, de nacionalidad marroquí y dinamizador de la célula, mostraba una “intensa actividad” en redes sociales y grupos de mensajería con el objetivo de acceder, descargar y distribuir material multimedia en favor del EI.

Este material se componía de vídeos que ensalzaban al grupo terrorista, a sus líderes y que incitaban al terrorismo yihadista con imágenes de violencia explícita y con manuales destinados a la autocapacitación para perpetrar atentados y tutoriales que facilitaban información detalladas para elaborar explosivos caseros.

Ante el temor a ser detenido, el individuo adoptaba numerosas medidas de seguridad en sus actividades y comunicaciones ‘online’, como la utilización de aplicaciones de mensajerías instantáneas seguras, diferentes líneas de telefonía móvil o el uso de Internet a través de redes públicas.

Los investigadores comprobaron que el arrestado en España había interactuado en el plano real, organizando encuentros nocturnos en domicilios de Melilla y en ciudades marroquíes cercanas a la frontera, a las que asistían, además de los miembros del grupo, otros individuos con los que compartían su pensamiento radical. En esos cónclaves difundían virtual y directamente el ideario del EI, constatándose su relación con combatientes yihadistas desplazados desde España y Marruecos a zonas de conflicto como Siria o Mali.

La operación ha contado con la colaboración del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y en su desarrollo se han practicado el registro de los domicilios de los detenidos.

La investigación se ha desarrollado bajo la supervisión del Juzgado Central de Instrucción Número 4 y la coordinación de la Fiscalía de la Audiencia Nacional.