Desmantelado en Burgos un taller de armas en el que había granadas, fusiles y detonadores
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La Guardia Civil ha desmantelado en Miranda de Ebro (Burgos) un taller clandestino para la fabricación de artefactos explosivos improvisados y en el que sus responsables contaban con granadas, fusiles, detonadores, algunos de ellos considerados como material de guerra.
Según informó este martes el Instituto Armado, en esta intervención, denominada ‘operación Tangerina’, se efectuado una de las mayores incautaciones de artefactos de fabricación artesanal realizada hasta el momento en España.
Los agentes han detenido a una persona, a la que se imputan los delitos de tráfico y depósito de armas, municiones y explosivos. El arrestado tenía instalado en su domicilio un taller clandestino dotado de todo tipo de maquinaria para la fabricación de artefactos explosivos improvisados, así como para la manipulación de armas de fuego y la fabricación artesanal de munición para las mismas.
Se han intervenido 17 de estos artefactos, ya montados y cargados, muchos de los cuales los había ocultado en un garaje comunitario. Así mismo se han incautado más de 30 kilogramos de distintas sustancias químicas precursoras de explosivos y material de laboratorio (probetas, matraces, recipientes de precipitación, etc.) usado para la fabricación de los mismos.
“GRAVE RIESGO”
Igualmente, esta persona adquiría en países del Este de Europa armas de fuego deficientemente inutilizadas, muchas de ellas de guerra (fusiles de asalto y subfusiles), que posteriormente manipulaba para ponerlas de nuevo en condiciones de disparar y efectuar fuego real.
Dichas armas eran introducidas ilegalmente en España a través de paquetes postales, por lo que al no estar registradas en las bases de datos nacionales podían ser desviadas al mercado ilegal o empleadas en actos delictivos con total impunidad.
La Guardia Civil destacó que dada la condición de armas de guerra de algunas de ellas, tanto por su calibre como por su capacidad para hacer fuego automático (ametrallador), “la reactivación de este tipo de armas y su posesión ilegal suponen un grave riesgo para la seguridad ciudadana”.
La Benemérita también resaltó que “con esta intervención se ha impedido no sólo que el elevado número de artefactos explosivos y armas incautadas pudieran ser empleados en hechos violentos o desviados al mercado negro, sino también el riesgo para los vecinos de los lugares donde los almacenaba el detenido en caso de una explosión accidental durante su fabricación y manipulación”.
(SERVIMEDIA)
03 Dic 2019
NBC/gja