En concreto, dentro de la cuenta corriente, bienes y servicios redujeron su saldo positivo un 5,4%, que se tradujo en 1.500 millones, hasta los 26.100 millones. De esta partida, turismo y viajes mantuvo elevó en 200 millones su superávit y lo situó en 38.800 millones.

Por su parte, las rentas primaria y secundaria registraron un déficit de 10.200 millones, por encima de los 9.700 millones del año anterior.

En cuanto a la cuenta de capital, ésta vio descender su resultado positivo en un 9,5%, hasta situarse en 1.900 millones.

La suma de la cuenta corriente y la de capital arroja 17.800 millones de superávit en los nueve primeros meses del año, por debajo de los 19.900 millones que del mismo periodo de 2018.

En términos acumulados desde principios de año hasta septiembre, el saldo neto de la cuenta financiera excluyendo el Banco de España fue negativo, de 400 millones, siendo la mayor aportación a este saldo la de la inversión de cartera (valores negociables no incluidos en reservas e inversión directa), con una contribución negativa de 54.800 millones. En cambio, la otra inversión (que incluye, fundamentalmente, préstamos y depósitos) registró una aportación positiva de 48.300 millones. El saldo de la cuenta financiera del Banco de España frente al exterior se situó en ese período en 21.400 millones.

SEPTIEMBRE

Solo en el mes de septiembre, la cuenta corriente reflejó 700 millones de saldo, un 46,2% menos. Dentro de esta cuenta, bienes y servicios redujeron en 600 millones su superávit, hasta los 1.600 millones, del cual turismo y viajes mantuvo en 4.700 millones su aportación.

Del mismo modo, las rentas primaria y secundaria registraron un déficit de 900 millones, la misma cifra que en septiembre de 2018.

Por su parte, la cuenta de capital arrojó un superávit de 200 millones, 100 millones menos que hace un año. En suma, la cuenta corriente y la de capital registraron 1.000 millones de superávit, un 37,5% menos que en septiembre del año pasado.

En el caso de la cuenta financiera excluyendo el Banco de España, ésta registró un déficit de 18.700 millones, con una contribución negativa de todos sus componentes. La mayor aportación fue la de la inversión de cartera, que presentó un saldo negativo de 11.600 millones, debido principalmente a las inversiones netas de los no residentes en España (aumento de los pasivos).

La inversión directa (que incluye las transacciones entre empresas de un mismo grupo) presentó un saldo negativo de 700 millones. La cuenta financiera del Banco de España frente al exterior registró un saldo neto de 16.800 millones en septiembre de 2019.