Errejón acudió al Congreso de los Diputados junto a Inés Sabanés, la otra electa de Más País, y Joan Baldoví, de Compromís, para presentar sus credenciales en la Cámara.

Explicó que el contacto es "fluido" con el PSOE pero que su pretensión no es negociar solo la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, no "jugar en corto", sino asegurar un Gobierno "estable que pueda durar una legislatura" y afrontar los retos pendientes.

No hay "ninguna razón para que no nos entendiéramos, pero estamos trabajando en ello", con la pretensión de un Gobierno "progresista, que sea valiente, que se atreva" a desbloquear la vía del diálogo con la Generalitat de Cataluña para buscar una "solución política".

Sabanés, que fue diputada de Izquierda Unida entre 1996 y 1999, subrayó que su formación, Equo, cuenta con la referencia del Partido Verde Europeo para hacer de la lucha contra el cambio climático y contra el auge de la extrema derecha dos prioridades de la agenda política española para los próximos años.

En ese sentido, tanto Errejón como Baldoví se mostraron de acuerdo en impedir que Vox forme parte de la Mesa del Congreso de los Diputados. "El fascismo, cuanto más lejos de las instituciones, mejor", sentenció Baldoví, que juzgó "muy importante" que esa formación no esté en la Mesa.

Errejón reconoció que ha hablado con el PSOE sobre ello pero le toca decidir al PP, partido que, subrayó, "se alió con Ciudadanos en la Asamblea de Madrid para colar por la puerta de atrás" a esa formación en la Mesa y darle una representación que, según la composición de la Cámara, no le correspondía. Por parte de Más Madrid "no vamos a lamentar" si Vox no tiene hueco en la Mesa del Congreso, "no debería tenerlo".