Zapatero asegura que trabajará “hasta el último día de la legislatura” en las reformas porque son “imprescindibles” para el futuro
- Asegura que en las medidas de ajuste “nos la jugamos por un voto” porque sin ellas la situación sería “extraordinariamente complicada”
- Buscará acuerdos con Rajoy y le pide “que se moje” y demuestre compromiso con el país
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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró hoy que trabajará “hasta el último día de la legislatura” para sacar adelante las reformas estructurales que considera “imprescindibles” para el futuro del país y que tienen puntos esenciales en el sistema financiero y en las pensiones.
En la tradicional rueda de prensa de balance del año y de exposición de prioridades para el próximo periodo de sesiones, el presidente reiteró su determinación de agotar la legislatura porque entiende que el año y medio restante es “decisivo” para encauzar las reformas que afectarán a varias generaciones de españoles y que deberán ser gestionadas “por varios gobiernos”.
Trabajará por ello en la búsqueda de los acuerdos necesarios, pero dejó claro que en todo caso el Gobierno “llevará a cabo todas las reformas” anunciadas, con una especial atención a la de las pensiones, materia en la que pidió expresamente al líder del PP, Mariano Rajoy, “que se moje” y demuestre si tiene un compromiso real con el futuro de su país.
No dejó claro si pretende o no convocarle a una reunión para cerrar ese consenso, aunque reiteró que hará “todo lo posible” para conseguirlo. “He hablado con relativa frecuencia con el señor Rajoy y por supuesto lo voy a seguir haciendo, y si es necesario hablar más, hablaré más”, aseguró, porque hará “todo el esfuerzo” para que el PP comparta la culminación de la reforma del sistema financiero y la del sistema de pensiones.
El presidente reconoció que al apostar por esas reformas un partido político “se la juega”. Lo hizo el PSOE, aseguró, cuando apostó por consolidar la democracia, cuando acometió la reconversión industrial y también cuando reguló las pensiones, “siempre se la jugó por España a la hora de hacer reformas”, aseguró, “y ahora también”.
Deberán ser los demás los que decidan cuál es el grado de su compromiso con el país y su “sentido histórico”, pero en todo caso las reformas exigen “determinación política” y voluntad de acuerdo.
Puede ser “un gran pacto”, precisó, o “pactos singulares” sobre los diversos asuntos, porque el PP, aseguró, ya sabe cuales son esos asuntos y, por encima de las diferencias ideológicas, es posible encontrar un mínimo denominador común.
Rodríguez Zapatero aseguró que 2010 ha sido un año “difícil”, no tanto para él como presidente como para los ciudadanos que han padecido la crisis, sobre todo quienes han perdido el empleo, pero pese a ello negó que haya tenido tentaciones de dimitir sino más bien al contrario, cuanto más difíciles se ponen las cosas, mayor es la determinación y la energía, “y seguirá siendo así”.
Aseguró incluso que agotará la legistura sea cual sea el resultado de las elecciones municipales y autonómicas de mayo, aunque en ese punto se mostró convencido de que “no será” la caída que muchos auguran para el PSOE porque es un partido “competitivo”.
Con ello despejó cualquier duda sobre la posibilidad de adelantar las elecciones, aunque mantuvo la incógnita sobre su propio futuro al negarse a hacer reflexión alguna sobre su intención de repetir o no como candidato del PSOE a las próximas elecciones generales.
El presidente defendió con énfasis las medidas adoptadas y las reformas previstas, con el argumento de que son esenciales para el futuro del país y de que, aunque sean duras o impopulares, los socialistas “siempre nos la hemos jugado” cuando lo han considerado necesario.
De hecho, al hablar de los momentos más complicados del último año, mencionó el mes de mayo, en el que España fue duramente sacudida por los mercados financieros tras el rescate de Grecia, y la votación del plan de medidas de ajuste para la reducción del déficit, que resultó aprobado por un solo voto.
Aquel día “nos la jugamos”, aseguró, porque de haber sido rechazado ese plan la situación actual de España sería “extraordinariamente complicada” al no haber podido aplicar con eficacia las medidas necesarias.
España cumplirá sus compromisos y reforzará su credibilidad y solvencia, aseguró, pero pese a ello aún no ha quedado conjurado el riesgo y las tensiones en los mercados de deuda “no han desaparecido”, por lo que sigue siendo necesario “estar con todas las alertas puestas”.
España, aseguró, tiene “argumentos, hechos, decisiones, para poner encima de la mesa”, y ahora trabaja “con determinación” para evitar sacudidas semejantes, pero “no podríamos ser tan ingenuos de pensar que por cambiar el año van a desaparecer” esos riesgos.
En todo caso, el presidente reafirmó “con seguridad” su convicción de que “éste es el camino, éste es el rumbo”, el de las reformas y el máximo nivel de protección social, pensando en la economía y en la viabilidad del estado del bienestar “de aquí a veinte años”.
El presidente defendió que ese camino es el que ha permitido a España pasar ya de la recesión “a la recuperación” con cuatro trimestres sin signos negativos de crecimiento, aunque reconoció que es aún “débil” y que hay por delante una tarea “decisiva” para alcanzar la creación neta de empleo, que será el síntoma definitivo de la superación de la crisis.
(SERVIMEDIA)
30 Dic 2010
CLC/jrv