En la rueda de prensa en la que hizo balance de gestión, el presidente minimizó las repercusiones que podría tener un comunicado de ETA que no se limitara a anunciar ese final de la violencia.

“No se trata de esperar o no esperar”, dijo, al ser preguntado por ese comunicado. “Sólo esperamos de ETA el abandono definitivo de la violencia. El cese total y absoluto. Para siempre”.

Mientras, el Gobierno mantiene su política antiterrorista de “firmeza” y de acuerdo con las demás fuerzas políticas, y lo hará hasta que ETA “abandone definitivamente la violencia”.

Sobre las últimas declaraciones de Arnaldo Otegi, aseguró que las lee “y punto”, dándoles la credibilidad que merece alguien que ya ha hecho “muchas declaraciones en los últimos años”.

Lo único que puede tener valor para el Gobierno, insistió, es “el fin absoluto, incuestionable” de la violencia. “No valen subterfugios ni palabras gastadas, eso está muy visto ya, no vale”, y lo único que el Ejecutivo, como el resto de los españoles, escuchará de la banda terrorista serán decisiones “inequívocas y contundentes” en ese sentido.

Reiteró por ello que hay “hipótesis” sobre lo que ETA debería decir en el comunicado para que la izquierda abertzale pueda concurrir a las elecciones, porque lo que hay es “un ordenamiento jurídico muy claro” sobre las condiciones para ello, y en el que la última palabra corresponde siempre a los tribunales.

El presidente no se pronunció sobre la sentencia que condena a los guardias civiles acusados de torturar a dos etarras, por desconocer los detalles del fallo en el momento de ser preguntado sobre ello.