Tras asistir al acto del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Casado se preguntó “dónde está Sánchez”, ya que “lleva 12 días sin aparecer”. Sostuvo, además, que “ya es hora de que salga a dar alguna explicación” sobre los ERE y también para aclarar “qué está pactando con ERC” y los detalles del acuerdo con Unidas Podemos.

“Deberíamos exigirle que dé alguna explicación y ponderar qué responsabilidad tiene cada partido”, defendió Casado, que reiteró que “la pelota está en el tejado de Sánchez”. El líder del PP indicó que la noche electoral telefoneó al secretario general del PSOE pero, según dijo, sigue esperando a que le conteste.

Casado incidió en que representa a un partido “que no puede ser humillado” y dijo que lleva días escuchando a la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, que incluiría al PP “en la ronda de consultas de los partidos con los que no quiere pactar”. A su juicio, el PSOE está optando por “tejer un cordón sanitario” al principal partido de la oposición.

Así las cosas, sostuvo que Sánchez “ya ha elegido y ha quemado sus naves”. Destacó que fue el líder socialista el que “voluntariamente y sin que nadie le forzara” se decantó por pactar con Podemos a unas horas del cierre de las urnas. “Habría que preguntarle que está haciendo con la gobernabilidad en España y qué pretende hacer con este país”, insistió.

En este contexto, aseguró que el PP seguirá ofreciendo pactos de Estado al PSOE, como ha hecho en el último año y medio, incluso en los “peores momentos” de su relación con Sánchez. Eso sí, reiteró que esto no quiere decir que vaya a facilitar su investidura.

Desde la base de que “Sánchez es el problema” y el PP “la solución”, Casado consideró que sería una “gran irresponsabilidad” facilitar su investidura y privar a este país de la “alternativa”. “Una gran coalición es cuando dos soluciones se unen para resolver un problema”, arguyó.

Su partido, reiteró Casado, está dispuesto a hablar sobre “cuestiones de Estado”, pero “no puede” hacer presidente a Sánchez. Es más, se preguntó qué “tipo de milagros se espera del PP”. “¿Alguien cree que Sánchez se va a hacer constitucionalista o abrazar una posición constitucionalista en Cataluña por llegar a un acuerdo con el PP?”, agregó.

También alertó de la “situación extraña” que se daría en España si se diese el supuesto que está escuchando de que el PP participase de una gran coalición con el PSOE: “Sería compartir banco azul con aquel que está blanqueando a los partidos independentistas”, avisó.

En este momento, opinó que “no hay ninguna salvaguarda para que Sánchez deje la hoja de ruta que lleva protagonizando desde 2015”, más allá de que “dé un paso atrás o el PSOE haga una declaración de que ha cambiado su posicionamiento de excluir al PP y de tener como socios a la extrema izquierda y a los independentistas”.

Finalmente, recordó que Sánchez “tiene otras opciones” y se remitió a que en 2016 llegó a un acuerdo con Ciudadanos que llegó a definirse como “el pacto del abrazo”. Entonces, rememoró Casado, “pidieron la abstención de Podemos” para gobernar. “¿Por qué tampoco está explorando ningún contacto con Cs?”, se preguntó entonces.

Fuentes populares insistieron más tarde en que la presión no puede recaer en estos momentos en su partido. En esta tesitura, opinaron que Sánchez podría hacer con Podemos “lo mismo” que el PP hizo con Vox, es decir, conseguir el voto favorable de los de Pablo Iglesias pero sin que forme parte del futuro gobierno de la nación.

De esta forma, según el análisis de las citadas fuentes, Sánchez podría aspirar a tener el respaldo de Cs, que ahora se mantiene en el veto a un gobierno de coalición del PSOE con Podemos. Así, dicen desde Génova, el líder del PSOE podría evitar depender de las fuerzas independentistas si quisiera.

En todo caso, dichas fuentes insisten en que, en su caso, no pueden dejar la oposición libre y remarcan que no se fían en absoluto de Sánchez, más tras “volar los puentes” con los populares de manera intencionada, dicen.