De acuerdo con la ONG, el buque había recibido tres señales de alarma procedentes de una patera cerca de Libia durante la jornada, por lo que decidió poner rumbo hacia las coordenadas indicadas.

Sin embargo, las autoridades libias les comunicaron que ellos se harían cargo de la operación y rechazaron la ayuda que desde el buque les ofrecían. "A pesar de que hemos ofrecido nuestra colaboración, esta ha sido rechazada", afirmó la ONG.

Por eso, suspendieron la navegación "para mantener la seguridad a bordo", ya que en el pasado se produjeron incidentes con los guardacostas libios que derivaron "en riesgo" también para los náufragos”, agregó.

En su comunicado, SMH indicó que el Aita Mari ha puesto rumbo hacia el norte y permanece a la espera de que las autoridades de los países ribereños (Malta o Italia) asignen "un puerto seguro" de desembarco para los 78 migrantes rescatados a bordo.