Así se pronunció, en declaraciones a Servimedia, la directora técnica de la FAD, Eulalia Alemany, tras la publicación de la XIII Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España (Estudes 2018-2019), según la cual el alcohol sigue siendo la droga consumida por un mayor porcentaje de estudiantes en los últimos doce meses (75,9%), seguida del tabaco (35%) y el cannabis (27,5%).

Alemany invitó a los jóvenes a “vivir en salud y disfrutar de sus cuerpos de una forma saludable”. “Ese sería el mensaje a lanzar”, abundó, al tiempo que abogó por tratar de que “cale el mensaje y que relacionemos según qué consumos de riesgo y consumos problemáticos con una falta de salud”.

En concreto, a la organización le “preocupa” el “ligero” aumento de las borracheras así como el aumento del consumo en atracón de alcohol, más acusado entre mujeres menores de 17 años, ya que el 32,3% de estudiantes dice haber bebido alcohol siguiendo esta pauta de consumo en los últimos 30 días.

Tras lamentar la “muy baja percepción de riesgo y alta disponibilidad” que tienen los menores en relación al consumo de esta sustancia, Alemany confió en que en el transcurso de la próxima legislatura sea una realidad la nueva ley de prevención del consumo de alcohol en menores, que calificó de “urgente” dado que vendrá a atajar un “problema de salud pública”.

Por lo que respecta al porcentaje de estudiantes que han probado los cigarrillos electrónicos, que se sitúa en el 48,4%, un 28,3% más que en 2016, afirmó que en ello influye la campaña de marketing realizada en los últimos años en torno a estos productos, ligada a “valores en los que los jóvenes y adolescentes entran”.

Unos jóvenes que, explicitó, también han asistido a una lucha “muy potente” contra el tabaco y han encontrado “una salida” en el cigarrillo electrónico. Por ello apostó por impulsar más campañas de prevención que informen “claramente” sobre los riesgos para la salud que comporta este tipo de sustancias.

Con respecto al cannabis, que continúa siendo la droga ilegal consumida por un mayor porcentaje de estudiantes, recordó que el consumo “problemático” se sitúa en un 15,4% entre la población de entre 14 y 18 años aunque la percepción del riesgo ha descendido “ligeramente”.

Junto a ello, entre los aspectos a destacar en relación a la encuesta, también mencionó la “tendencia al alza” en el consumo de hipnosedantes sin receta, especialmente en mujeres jóvenes, así como el aumento del juego con dinero tanto online como presencial.

En cuanto a “buenas noticias”, hizo referencia al descenso del consumo de alcohol en el último mes, cifra que pasa del 67% en 2016 al 58,5% según la última encuesta, así como al mantenimiento en 14 años la edad de inicio.

También mencionó la prevalencia en el consumo de cocaína, la más baja de toda la serie desde 1994, con un mínimo en la proporción de estudiantes que dice haber consumido en el último mes (0,9%).

Entre los retos, Alemany subrayó la necesidad de incorporar la perspectiva de género en todos los planes de prevención dada la existencia de diferencias en los patrones de consumo entre hombres y mujeres jóvenes y para “entender” las dinámicas por las que esto sucede.

Asimismo, animó a “poner el foco” en la lucha contra las adicciones sin sustancia y advirtió de que casi un 23% de menores de 18 años juegan online o presencialmente.