El delegado de Economía, Empleo y Participación Ciudadana del Consistorio, Miguel Ángel Villanueva, presentó en rueda de prensa la campaña, y facilitó también un balance de la campaña general de inspecciones llevadas a cabo por el Instituto Municipal de Consumo (IMC) en el periodo 2004-2010, que muestra que tanto el número de campañas como las inspecciones se han duplicado de 2004 a 2010.

Según Villanueva, los aspectos específicos de las rebajas de invierno que controlarán los inspectores a partir del lunes serán, entre otros, que las fechas de las rebajas elegidas por cada comerciante están en lugar visible al público, que las fechas se adecuen al período de rebajas establecido legalmente (del 1 de enero al 31 de marzo), y que se especifican los precios, inicial y rebajado, de cada artículo en el interior y exterior del establecimiento.

También controlarán que no se anuncien rebajas con carácter general cuando sólo estén rebajados menos de la mitad de los productos ofertados, en cuyo caso los productos deberán estar claramente separados y diferenciados; que los comercios tienen hojas de reclamaciones, que entregan facturas o tíques, y que si anuncian que se aceptan tarjetas de crédito o débito, sean admitidas durante las rebajas.

Según Villanueva, en la campaña de rebajas de invierno del año pasado se encontraron irregularidades en uno de cada cuatro establecimientos inspeccionados, siendo las principales infracciones detectadas que el 10,3% de los establecimientos anunciaban rebajas de manera generalizada cuando los artículos rebajados eran menos de la mitad, y que en casi nueve de cada diez se exhibían las fechas de rebajas elegidas.

Además, el 6,9% de las tiendas no exhibían el precio anterior y el rebajado de los productos en el escaparate (4,9% dentro del comercio); y en el 6% no se identificaban correctamente los artículos rebajados. En cuanto a requisitos generales de los establecimientos, las deficiencias más frecuentes fueron que el 6,7% que realizaban arreglos no exhibían los precios; el 5,8% carecía de hojas de reclamaciones y un 4,6% no las anunciaba, y el 5,1% de los documentos justificantes de compra no incluían todos los datos preceptivos.

Como novedad, y con el objeto de colaborar con los comercios en la campaña de rebajas, Villanueva explicó que desde el IMC se ha enviado una comunicación previa a 75 organizaciones empresariales y profesionales que agrupan a la mayoría de los establecimientos de la ciudad que realizan rebajas, para informarles de los requisitos que han de cumplir, con el objetivo de "afianzar el cumplimiento de la normativa".

Villanueva aprovechó para hacer una serie de consejos a los consumidores madrileños de cara a las rebajas, como que planifiquen sus compras y se fijen un presupuesto, comparen precios entre establecimientos, no compren artículos deteriorados y soliciten el justificante de compra, entre otros. En casos de duda o cuando crean lesionados sus derechos, recomendó que acudan a las oficinas municipales de información al consumidor (OMIC).

BALANCE GENERAL

En cuanto al balance general del IMC 2004-2010, según Villanueva, en 2010 el número de campañas de inspección realizadas en la capital es de 26, frente a las 13 de 2004 y las 24 del año pasado. Las inspecciones realizadas sumarán a final de este año cerca de 11.500, frente a las 12.707 de 2009 y las 4.179 de 2004; con un total de unos 7.500 productos controlados este año (8.869 en 2009 y 1.182 en 2004).

Villanueva explicó que la intensificación del control ha hecho que bajen las irregularidades detectadas y se mantengan los expedientes sancionadores iniciados.Así, las actas levantadas en 2010, según datos provisionales, son cerca de 1.750 (3.046 en 2009); y los expedientes sancionadores iniciados se acercarán a la cifra de 2009 (637).

Las inspecciones municipales por las redes de alerta activadas por el Instituto Nacional de Consumo descendieron en 2010 un 29% respecto a 2009, y las actas levantadas y los productos retirados también bajaron (estos últimos de 4.082 en 2010 a 1.161 este año), al activarse la mitad de alertas. Los productos retirados fueron en su mayoría juguetes, material de puericultura, velas, alargaderas y ladrones eléctricos y cadenetas de adornos de Navidad.