Así lo dijo González de Frutos en la ‘V Jornada sobre planes de pensiones en España’ organizada por el periódico ‘Cinco Días’ e Ibercaja.

La responsable de Unespa señaló que se van a necesitar mayores tasas de ahorro y un ahorro más intenso y diversificado del actual para cubrir las necesidades de gasto que vayan a tener los jubilados.

A su juicio, es posible ahorrar más pese a que España tenga salarios más bajos que otros países del entorno argumentando que el esfuerzo que se hace para ello en otros países es mayor. Puso como ejemplo Dinamarca apuntando que su esfuerzo para ahorrar es 40 veces superior al de España, mientras que la desproporción salarial comparada con España no es tan elevada.

En este sentido, abogó por “comportamientos inducidos que faciliten ese ahorro” complementario” de la pensión pública, y en esta línea, quiso referirse a la política de bajos tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) que, a su juicio, “hace las cosas más difíciles, no imposibles”. Por ello, reclamó que la regulación “acompañe” para fomentar ese ahorro complementario. “La sostenibilidad tiene que ser social y financiera”, consideró.

Concretó que, en los planes de pensiones ligados al empleo, el trabajador puede hacer un esfuerzo de ahorro, junto con las aportaciones por parte del empresario, y un “esfuerzo con incentivos fiscales”.

González de Frutos alertó de que lo que está en juego es el empleo de los más jóvenes y lamentó que a éstos no se les está explicando “con transparencia” los efectos que puedan tener en sus vidas las decisiones o falta de decisiones que se adopten en materia de pensiones.

“No es fácil hablar de estas cosas y menos en un momento en que se habla de decretos de revalorización con el IPC y que ese es el rompeolas con el que nos vamos a dar, y con pensionistas que van a tener mucha resistencia a facilitar una revisión de nuestro sistema de pensiones”, opinó.

DEUDA PÚBLICA "EXPLOSIVA"

Por otra parte, en el debate participó el exministro de Economía Román Escolano, que es profesor en Cunef y ‘senior advisor’ del Área de Contexto Económico de Llorente y Cuenca.

Escolano consideró que “probablemente tendremos que asistir a un debate público que lleve a la profundización de las reformas” y citó el aumento de la edad de jubilación como una medida que facilitaría la financiación del gasto en pensiones que ya se está produciendo.

Lamentó que las políticas de familia en España “nunca han sido especialmente altas en el debate público” y que el mercado de trabajo, con algo más de tres millones de parados, puede “ganar en tasas de empleo de forma clara”, al igual que la productividad puede mejorar, en su opinión. También apostó por introducir el ahorro como un comportamiento “sistemático”.

Por otra parte, Escolano hizo referencia a la inversión pública para decir que en las últimas décadas está experimentando una caída “importante” y advirtió que esto supone que “nos estamos comiendo nuestra propia capacidad de crecimiento futuro”.

Además, consideró que cuando la deuda pública es muy elevada y el crecimiento es relativamente bajo, en el entorno del 1%, “es muy fácil que se haga explosiva” esa deuda en cuanto los tipos de interés suban. De esta manera, se produce una “japonización de la economía”, que es, a su juicio, el principal reto al que se enfrentan las economías desarrolladas.

Para finalizar la jornada, intervino el exministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, que actualmente es consejero de Relaciones Institucionales de la patronal catalana Fomento del Trabajo.

Gómez incidió en que el Sistema “exigirá un nivel de esfuerzo ostensiblemente mayor” para financiar un incremento del 40% del gasto en pensiones en unas dos décadas.

REDISTRIBUCIÓN DE LAS COTIZACIONES

Según el exministro, es posible financiarlo y con cotizaciones, aunque con una mayor aportación impositiva. En este sentido, planteó una redistribución de las cuotas, de manera que se cotice “algo más” por contingencias comunes y menos por desempleo, lo que arrojaría un punto y medio más de ingresos para el Sistema. “Es exigente, pero en absoluto es imposible” llevar a cabo este cambio, según Gómez.

Además, propuso que algunos gastos como los estímulos al empleo que en este momento financia la Seguridad Social pasen a cargo del presupuesto general.

“Yo no soy partidario de que el sistema de pensiones se financie con emisión de deuda pública en el futuro”, afirmó, en referencia velada a los créditos del Tesoro Público que se han utilizado en los últimos años para financiar el gasto en pensiones.

Asimismo, opinó que “no es recomendable” que las pensiones mínimas tengan el nivel del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), sino que “lo razonable sería encontrar dentro de 20 o 25 años un sistema de pensiones que no necesite complementos a mínimos (para esas pensiones más bajas) porque las bases de cotización crezcan lo suficiente”.

También se alineó con el mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones de acuerdo con el coste de la vida, consideró que se debe alargar el periodo de cómputo de la pensión hasta que alcance toda la vida laboral y que se debe avanzar en la edad de jubilación para aquellos que no tienen la carrera de cotización íntegra y diseñar un Factor de Sostenibilidad que tenga en cuenta más parámetros y no solo la evolución demográfica.