Elecciones generales
Iglesias pide el voto a los nacionalistas vascos para evitar la “recentralización” de un pacto PSOE-PP
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El candidato de Unidas Podemos a la Presidencia del Gobierno, Pablo Iglesias, pidió este jueves expresamente el voto a los electores vascos que en las autonómicas se decantan por el PNV o Bildu porque, adujo, sólo su presencia en el Ejecutivo impedirá un pacto PSOE-PP que podría recortar el autogobierno e iniciar un proceso de recentralización.
Lo hizo ante unas 350 personas en una sala del Palacio Euskalduna de Bilbao, donde otros tres centenares se tuvieron que quedar fuera. Iglesias habló ante los relegados, altavoz en mano, antes del comienzo del acto, les dirigió un par de los mensajes que luego repitió dentro del acto y terminó proclamando su orgullo al gritar, como español, “Gora Euskadi”.
Fue al final de su intervención en el mitin cuando abordó el tema de la hipotética recentralización que supondría un acuerdo de investidura entre el PSOE y el PP. Describió el autogobierno como “patrimonio de la democracia” y advirtió de que “se puede ver cuestionado en un acuerdo del PSOE con el PP”.
Iglesias recordó que Unidas Podemos fue la fuerza más votada en Cataluña y el País Vasco en las generales de 2015 y 2016 y lo atribuyó a que mucha gente que vota a partidos nacionalistas en las elecciones autonómicas se decantó por su candidatura en esos comicios. A ese sector se dirigió expresamente, como ya hizo en la campaña electoral de abril: “Quiero pedirles el voto otra vez, porque, o estamos en el próximo Gobierno, o nadie va a poder evitar un proceso de recentralización que ponga en cuestión la autonomía vasca o la catalana”.
El candidato terminó dorando un poco la píldora a la sociedad vasca, de la que destacó su “espíritu de cooperativismo” y su modelo de economía social, que le gustaría extrapolar a toda España. “Estamos orgullosos de compartir Estado con esta nación que nos encanta, y de la que queremos aprender muchas cosas”, concluyó.
Iglesias comenzó su intervención citando una vez más la entrevista del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a finales de 2016 en laSexta, cuando “pareció iniciar un giro a la izquierda sin precedentes en la historia del PSOE”. Apuntó que “sonaba a Podemos entonces Pedro Sánchez”, y “era consciente de que sólo sonando así se podía enfrentar al aparato el partido y los poderes mediátios”; todo ello “ilusionó a mucha gente”. “Mucha gente le votó porque parecía de izquierdas”, interpretó.
“Después de ver el debate del lunes, esa gente entró en shock”, continuó Iglesias, quien enumeró otra vez los “gestos a la derecha” de Sánchez, desde “una cosa rarísima” como nombrar vicepresidenta económica en directo a Nadia Calviño o “meter la gamba hasta el fondo” y “compitiendo con la derecha a ver quién dice la burrada más grande”, prometiendo traer a España él mismo al expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont.
“Imagino a Pedro Sánchez encabezando un comando de los GEOS descendiendo en helicóptero en Waterloo”, bromeó, y siguió haciéndolo cuando impostó la voz como si fuera la de un capo mafioso imitando el “¿Pero quién controla a la Fiscalía?” que soltó Sánchez en una entrevista para justificar su promesa del debate. “¿Dónde tuvo que meter la cabeza Iván Redondo?”, se preguntó con sorna.
Iglesias llamó la atención sobre el hecho de que Sánchez no culpó a Podemos de la repetición electoral, sino al PP y Ciudadanos, lo que sería otra muestra del “giro al centro” o “giro a la derecha” del presidente. Sobre Ciudadanos, diagnosticó que incumplió el papel que los poderes económicos le habían asignado de mantener al PP o al PSOE en el Gobierno sin dejar en él a Unidas Podemos. “A Rivera le perdió la ambición y prefirió competir a ver quién lideraba la derecha. El resultado lo veréis el domingo. Si la oligarquía te compra, la oligarquía te vende”, sentenció
En este escenario, Iglesias concluyó con su mensaje habitual de que Unidas Podemos entrará en el Ejecutivo si logra fuerza suficiente el 10-N y quiebra el plan que subyacía a la repetición electoral: que este partido se hundiera en las nuevas elecciones. En ese caso, calcula, el PSOE “no se atreverá” a forjar una suerte de “coalición blanda” con el PP, porque, si lo hace, “a lo mejor no vuelven a gobernar España jamás”.
VOX
Por último, Iglesias reiteró la tesis que ya formuló ayer sobre Vox: que “la base de la sostenibilidad de la extrema derecha es la pobreza, la precariedad”, que empuja a las clases obreras a “creer que su enemigo es el que lo tiene todavía más difícil”. Por tanto, “hacer políticas de derechas es el caldo de cultivo para que crezca la extrema derecha”.
El secretario general de Podemos Euskadi, Lander Martínez, abrió el acto remarcando que “el único voto útil” para que Vox no sea la tercera fuerza política, para evitar un pacto PSOE-PP y por el autogobierno vasco es el de Unidas Podemos. Además, ante la perspectiva de una recesión, reclamó la necesidad de “un Gobierno valiente que encare la crisis de una forma distinta al bipartidismo”.
El secretario general del Partido Comunista de Euskadi, Jon Hernández, siguió con los ataques al PSOE advirtiéndole de que quieren un “acuerdo con contenidos” porque sino no les sirve. Y la candidata al Senado por Álava, Kontxi Palencia, le describió como un “partido traidor a la gente que les vota”, remarcando que hasta el PNV ha advertido de que el PSOE está acercando sus políticas económicas a las del PP.
El número uno por Vizcaya, Roberto Uriarte, resaltó que los relatos hegemónicos se construyen generando frustración y la sensación de que “no se puede” y con el aviso de “que viene el lobo” como si el presidente de Vox, Santiago Abascal, fuera distinto a quien fuera diputado vasco del PP. Además, alabó a Iglesias como el único dirigente estatal desde Francisco Pi i Maragall, en la Primera República, que defiende que España es plurinacional
La cabeza de lista por Guipúzcoa, Pilar Garrido, partió del 'leitmotiv' del partido de que “las cosas no se consiguen a la primera”, como ocurrió con la consecución de las libertades. Por eso llamó a “no perder la esperanza” y a “persistir”. Finalmente, abanderó la lucha feminista y designó a Unidas Podemos como su heredero, por lo que pidió el voto a todas las mujeres, nacionalistas o no.
El de Álava, Juantxo López de Uralde, acusó a Sánchez de haber adoptado algunas propuestas de Unidas Podemos para hacer creer que después del 28 de abril formaría gobierno progresista, cuando la “línea roja” la trazó contra ellos y no contra la ultraderecha porque “no dormiría” con ministros de esta formación. Pidió el voto a votantes socialistas, “esa buena gente” que “votó con buena voluntad” porque pensó que habría un Gobierno socialista. “Que no se pierda ni un voto de los que se fueron al PSOE en abril”, conminó después
En otro orden de cosas, acusó al PNV de limitar lo que llama agenda vasca al tren de alta velocidad, como si no fueran temas vascos las pensiones o el ecologismo, cuando, por ejemplo, el cambio climático impediría que creciera en esta tierra el roble, la especie del árbol de Gernika. Y esta última lucha, advirtió, no se ganará con “buen rollo” sino luchando contra el oligopolio eléctrico.
(SERVIMEDIA)
07 Nov 2019
KRT/mjg