Así se expresó su presidente, Esteban Ibarra, a través de un comunicado en el que puntualizó que las personas acosadas “defienden la Constitución y la convivencia pacífica en libertad” y rechazó el “supremacismo identitario” que, a su juicio, “alientan” posiciones independentistas “excluyentes y antidemocráticas” y “provocan conductas de estigmatización, hostilidad, discriminación y delitos de odio”.

“Son rechazables, y deben denunciarse para hacer prevalecer los principios de legalidad y tutela judicial efectiva que inspiran toda democracia”, abundó, convencido de que más allá de las “legítimas” posiciones política “están los hechos que puedan ser delitos de odio”. “Nunca pueden tener justificación en la razón ideológica, ni disfrutar de permisividad alguna porque nadie puede estar desamparado en la protección de su dignidad, libertades y derechos fundamentales”, sentenció.

Los hechos que venimos denunciando como las amenazas y agresiones a periodistas, a miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad y a sus familias, a militantes de partidos constitucionalistas y sus entornos, las coacciones y golpes a profesores y estudiantes que no aceptan imposiciones políticas, la quiebra de libertad deambulatoria a ciudadanos en determinadas situaciones, el espionaje y la humillación a escolares y en definitiva, la suspensión de libertades y derechos por la fuerza, que nunca será” pacifica” por más eufemísticamente que lo diga su propaganda justificadora, a lo que hay que añadir ataques a personas, a instalaciones, sedes de partidos y empresas, quema y destrucción de mobiliario urbano, incluso acciones relacionadas con terrorismo, sin olvidar todas las manifestaciones de discurso de odio en internet y redes sociales

El hostigamiento, amenazas, agresiones, “espionaje y humillación” sobre diversos colectivos contrarios al independentismo que la organización viene denunciando y que el Observatorio de la Violencia Política en Cataluña cifró en 189 hechos en los primeros seis meses del año, “evidencian”, a su entender, “que estamos ante una eclosión de infracciones a la seguridad ciudadana y delitos de odio por motivo ideológico”.

El 92 % del total eran agresiones desde el extremismo independentista hacia personas y entidades “con identidad constitucionalista”, explicitó, la tiempo que señaló que también los informes sobre delitos de odio del Ministerio del Interior “confirman desde hace unos años su crecimiento sostenido”.

Unos datos que, criticó, “han sido superados por la realidad” en lo que calificó como una “semana dantesca de violencia”, que continúa a día de hoy y se ha extendido “vía de otros independentismos y grupos antisistema”, a otras ciudades de España.

NUEVA LEYENDA NEGRA REGRESIVA

Para Ibarra, la “hispanofobia” va “muy lejos” y “alienta una nueva leyenda negra regresiva” al tiempo que “ataca en su extensión” a las instituciones democráticas, a la cultura, a la economía, a la historia, a la lengua, a los símbolos deportivos.

En definitiva, advirtió, “a todo lo que tenga como referencia España” pero también a los ciudadanos en su entorno laboral, provocando, a su vez, situaciones de acoso, humillaciones o vejaciones “a quien muestre su sentimiento de adhesión a la identidad española”.

Todo ello, “obviando”, según el movimiento, “que ejercen la libertad de opinión, pensamiento y sus derechos fundamentales”, entre los que citó el derecho a “no negar la realidad de España y mostrar su adhesión a los principios y valores constitucionales.”.

Asimismo consideró “grave” que tanto en Cataluña como en el resto de España proliferen expresiones como “botifler”, “charnego”, “maketo”, “txakurra”, “puta España”, “lengua de las bestias”, “asco de españoles” y otros estigmas o difamaciones que, sostuvo la organización, “apuntan a la deshumanización y a la cosificación de la persona”, al igual que los mensajes que atacan la “dignidad que fundamenta los derechos humanos”.

El Movimiento contra la Intolerancia recordó que la “hispanofobia” es una “grave expresión de intolerancia y puede ser un delito de odio” y puntualizó que la Comisión contra el Racismo y la Intolerancia del Consejo de Europa ya alertó frente al discurso de odio y pidió combatir a quienes “propaguen, inciten, promuevan o justifiquen el odio racial, el agresivo nacionalismo y el etnocentrismo”.

“La libertad de expresión no es libertad de agresión”, subrayó Movimiento contra la Intolerancia, que volvió a hacer un llamamiento a denunciar el discurso y los delitos de odio por 'hispanofobia' que sufran personas o entidades, en la Fiscalía para que sea posible iniciar las acciones legales en el ámbito judicial “que protegen las libertades y derechos de todos los ciudadanos españoles”.