Según señaló la compañía en un hecho relevante, “durante los primeros seis meses del año, la Sociedad ha venido operando en un contexto empresarial, financiero y corporativo altamente volátil y complicado que, a pesar de haber tenido una resolución final positiva, ha generado un coste significativo que se refleja en los resultados de explotación negativos registrados en el período”.

Así, en los nueve primeros meses del ejercicio 2019, las ventas netas se situaron en los 5.082,9 millones de euros, un 8,1% menos en comparación con los 5.490,6 millones del mismo periodo del ejercicio anterior. De dicha cifra, corresponden a España unas ventas netas por 3.128,8 millones de euros (un 7,8% menos respecto a 2018), 447,3 millones al negocio en Portugal (-7,5%), 644 millones en Argentina (47,5% más) y 862,8 millones en Brasil (-15,9%).

La compañía destacó que a este descenso en las ventas se suma el del 3,6% registrado en el mismo periodo de 2018, “mostrando una tendencia negativa y un fuerte deterioro causado por los altos niveles de falta de stock en nuestras tiendas y almacenes derivado del complejo contexto de negocio sufrido durante el primer semestre de 2019”.

En cuanto al Ebitda ajustado, se sitúa en 48,3 millones, un 83,4% respecto a los 291,2 millones del año anterior.

La compañía indicó que, como consecuencia de las pérdidas registradas, a finales de septiembre de 2019 el saldo negativo de fondos propios de la sociedad matriz era de 272,7 millones de euros, frente a los 99 millones de euros a finales de 2018. Sin embargo, apuntó que los 490 millones de euros que LetterOne, máximo accionista de la compañía, había aportado a la sociedad hasta el 19 de julio de 2019 en forma de préstamos participativos incrementarán los fondos propios en el momento en que se complete la nueva ampliación de capital de 606 millones de euros y que añadirá cerca de 100 millones de euros a los fondos propios.

En este sentido, DIA asegura en el hecho relevante remitido a la CNMV que “la efectividad de la refinanciación de las líneas existentes, las nuevas líneas de financiación obtenidas, los préstamos participativos concedidos por LetterOne y los ingresos procedentes de la ampliación de capital registrada y aprobada por la CNMV el 25 de octubre de 2019, implican la consolidación de la eliminación de la causa de disolución por pérdidas, la consecución de una estructura de capital viable a largo plazo para la sociedad y una solución a las necesidades de liquidez de la misma, mitigando la incertidumbre existente y sentando las bases para el éxito de la reestructuración de la sociedad”.

En lo que respecta a la deuda neta, a finales de septiembre de 2019 ascendía a 2.556,7 millones de euros, de los cuales 707,2 millones de euros correspondían a la aplicación de la nueva norma contable NIIF 16, y 492,3 millones de euros a los préstamos con participación en beneficios recibidos de Letterone, que se convertirán en fondos propios una vez completada la ampliación de capital actualmente en curso. Así, la deuda financiera neta se situaba en 1.854,5 millones de euros a finales de septiembre de 2019, 398,3 millones de euros más que a finales de 2018. A 30 de septiembre de 2019, la compañía tenía 384,8 millones de euros de liquidez disponible.

CAUSAS

Para la compañía, “entre los principales factores que influyen en la negativa evolución del Grupo en los primeros nueves meses de 2019” se encuentran “el fuerte deterioro de las ventas” y al proceso de cierre de tiendas con bajos resultados, que ha afectado a un total de 757 tiendas, principalmente en España y Brasil. Estos cierres se han traducido, según la compañía, “en menores ventas, baja contable de activos relacionados, aumento del 'Opex' por gastos relacionados con la transmisión de los contratos de arrendamiento y reconocimiento de provisiones por cuentas de dudoso cobro relacionadas con franquiciados”. Sin embargo, considera que “el impacto positivo de estos cierres se verá reflejado en el segundo semestre de 2019”.

Asimismo, DIA considera que en el resultado negativo registrado ha influido también el “fuerte proceso de reconversión de franquicias dirigido a mejorar la calidad de nuestra red de franquicias, que ha afectado a un total de 309 tiendas durante, sobre todo en España y Brasil, lo que se ha traducido en un aumento de los gastos laborales y de Opex, así como en el reconocimiento de provisiones adicionales en cuentas a cobrar relacionadas”.

Otras causas mencionadas por la compañía son la racionalización del surtido comercial; el cierre de almacenes para conseguir una mayor eficiencia; partidas extraordinarias ocasionadas por el despido colectivo implantado en España, la refinanciación de la deuda sindicada y los trabajos de asesoramiento respecto a la ampliación capital actualmente en ejecución, o la recompra por parte de DIA del 50% de la filial de Finlandia.

Los costes relacionados con el proceso de refinanciación tuvieron un efecto excepcional de 26,7 millones de euros, si se tienen en cuenta todas las comisiones pagadas a los prestamistas sindicados, así como los servicios de asesoramiento financiero y jurídico empleados durante las distintas fases del proceso de refinanciación por el que ha atravesado la empresa.