Así, Pablo Iglesias -el encargado de abrir el bloque sobre economía en el debate electoral- afirmó que los datos demuestran que se está en una “desaceleración que se puede convertir en crisis”. El líder de Unidas Podemos apostó por hacer, al contrario que se hizo en 2007, los “recortes por arriba” y no a la clase trabajadora.

Iglesias abogó por “aplicar la Constitución” española, cumplir su articulado y elevar el salario mínimo hasta 1.200 euros, limitar el precio del alquiler, crear un impuesto específico de recargo al impuesto de sociedades y recuperar los 60.000 millones que se dieron a las entidades financieras.

Por su parte, el líder del Partido Popular, Pablo Casado, señaló que Sánchez está adoptando la misma postura que en su día tuvo José Luis Rodríguez Zapatero negando la crisis y, encima, está echando “más gasolina” al pactar con Iglesias medidas que suponen un incremento del gasto público. “Es como si una tienda pierde ventas y sube los precios”, resumió.

Casado remarcó los datos de empleo y que el Ejecutivo socialista está llevando a España a una “recesión como el PSOE en los 90 y Zapatero hace unos años”. En este sentido, aseguró que con el PP “se volverá a crear empleo” y defendió la idea de que “para que los españoles no pierdan su trabajo, Sánchez debe perder el suyo”.

Además, Albert Rivera se erigió como “el presidente de las familias” y lanzó propuestas para combatir el descenso de la natalidad como una de las medidas para paliar la situación de la Seguridad Social y el sistema de pensiones.

Por último, el líder de Vox insistió en que la mejora la situación económica nace de la disyuntiva entre “autonomías o pensiones”. “Tenemos que elegir” dijo, porque se debe frenar el “despilfarro de las autonomías” y combatir el “espolio fiscal”, porque no solo hay que controlar ingresos sino también los gastos. Abascal aseguró que “viene una crisis” y “nos va a encontrar separados, sin unidad nacional, sin seguridad jurídica”.

Durante el transcurso del debate, tanto PP como Ciudadanos afearon a Sánchez que pacte con Iglesias y ello suponga un incremento del gasto social mientras que el líder de Unidas Podemos comentó que “los partidos de la derecha discuten mucho, pero luego no tienen dudas en pactar entre ellos”.

Este comentario le sirvió a Iglesias para pedir a Sánchez que se junten y deroguen “de verdad” la reforma laboral y publiquen la lista de amnistiados fiscales.

Sánchez aprovechó para devolverle el comentario al líder de Podemos asegurando que la “experiencia” le hace saber que Iglesias “nunca dejará” que haya un gobierno con ellos en el que él no esté.