El Banco de España alerta sobre la tentación de asumir mayores riesgos por parte del sector financiero

MADRID
SERVIMEDIA

El Banco de España reconoció este jueves que “habrá que estrechar la vigilancia para evitar la acumulación de riesgos sistémicos”, ya que los intermediarios financieros “pueden tener incentivos” a una “mayor asunción de riesgos” para compensar bajas rentabilidades.

El aviso lo formula en su último 'Informe de Estabilidad Financiera', donde admite que los tipos bajos y la desaceleración económica presionan las cuentas tanto de la banca tradicional como de otras instituciones financieras como fondos de inversión o de pensiones o las compañías de seguros.

Para el organismo tal posibilidad se da particularmente cuando estas instituciones “garantizan una determinada rentabilidad a sus clientes y también si sus necesidades operativas de recursos no están suficientemente cubiertas”.

Con los datos del primer semestre, el estudio constata “un cierto deterioro” de los riesgos para la estabilidad financiera derivado de las peores expectativas de crecimiento a escala mundial.

El menor dinamismo está, de hecho, comenzando a pesar en las decisiones de gasto e inversión de los agentes y podría acabar afectando a la actividad o el empleo.

Pero a fecha actual reconoce que el auge de las incertidumbres no se ha materializado en aumentos de las primas de riesgos o reducción de las valoraciones de los activos, gracias a la “actuación decidida” de muchos bancos centrales.

Por otro lado, señala que la rentabilidad de las entidades era en junio una de las más elevadas “del periodo post-crisis” y situada “por encima de la media de los países europeos”, aunque sin llegar a superar el coste del capital.

También constata que las entidades “han elevado ligeramente sus ratios de capital de máxima calidad en el periodo más reciente, invirtiendo la tendencia a la baja de los últimos dos años” y tienen facilidades para reforzarla con emisiones de deuda por sus bajos costes financieros.

El problema vendrá si la situación económica se agrava o “persiste” en el tiempo porque teme que perjudique a la calidad de sus activos si aumenta la mora y por una menor demanda de servicios financieros, incluido el crédito.

“De esta forma, las entidades de depósito encontrarían más dificultades para continuar reforzando sus balances y, potencialmente, podrían empeorar su solvencia”, advierte.

Asimismo, explica que una rentabilidad reducida por menor actividad y tipos bajos, o incluso negativos, durante más tiempo afectaría igualmente a la generación orgánica de capital.

(SERVIMEDIA)
31 Oct 2019
ECR/mjg