Según informó la Policía, la operación comenzó el pasado mes de mayo después de que las autoridades galas solicitaran colaboración a sus pares españolas. Desde ese momento, se iniciaron unas pesquisas que concluyeron en la identificación de los miembros de la organización, entre ellos de sus máximos responsables, y en la localización de una furgoneta que utilizaban para transportar droga.

Durante el tiempo que permanecieron en Madrid, los miembros de la banda mantuvieron diferentes reuniones de las que conseguían la infraestructura necesaria para la obtención de un vehículo para transportar la droga.

En otra ocasión, se desplazaron hasta Segovia, donde adquirieron una furgoneta frigorífica de grandes dimensiones para desplazarse hasta Marruecos, con el fin de conseguir la droga y transportarla hasta Francia pasando por España.

Durante los meses siguientes, se trató de identificar al resto de los integrantes de la organización y las posibles conexiones que pudieran tener con otras bandas en España. En ese momento, los agentes se desplazaron a Málaga, donde estaba previsto que viajara uno de los principales investigados.

Este individuo estaba tratando de hacerse con un vehículo de grandes dimensiones para viajar a Marruecos con el objetivo de hacerse con una importante partida de droga. La organización tenía previsto que este vehículo embarcara en el ferry de Nador con rumbo al puerto de Barcelona, lo que hizo que se pusiera en marcha un dispositivo para escoltar al mismo hasta el puesto fronterizo con Francia.

El pasado 18 de octubre se produjo un nuevo transporte de droga, hecho que fue aprovechado por las autoridades españolas y francesas para detener en Francia a los tres principales implicados y para incautar 2.500 kilos de hachís.