Según informa la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el recorte se explica por la ausencia de plusvalías, como la proveniente de la venta en 2018 de su participación en Naturgy (344 millones), y la menor valoración de los inventarios de hidrocarburos debido a la caída de los precios del crudo, que tienen un efecto comparativo negativo de 329 millones.

De hecho, el beneficio neto ajustado, que mide específicamente la marcha de los negocios de la compañía, se redujo mucho menos y se situó en 1.637 millones de euros, un 4,8% inferior que los 1.720 millones logrados entre enero y septiembre de 2018.

El negocio de Upstream (Exploración y Producción) logró en los nueve primeros meses del año un resultado de 864 millones de euros, cifra un 14,9% más baja que la del año pasado. Estuvo influido por los menores precios del crudo y del gas, y por las paradas de producción en Libia.

Por su parte, el negocio de Downstream (Refino, Química, Movilidad, Lubricantes, GLP, Trading, Mayorista de Gas, y Repsol Electricidad y Gas) obtuvo un resultado de 1.087 millones de euros, en línea con los 1.098 millones que registró entre enero y septiembre del año anterior.