Lo hizo en un acto electoral en Zaragoza después de participar por la mañana en un encuentro con transportistas en un área de servicio de la N-II en esa provincia, donde defendió de nuevo su propuesta de modificar la legislación para endurecer las sanciones por el corte de carreteras, porque "no puede salir gratis amargarle la vida a la gente".

Rivera planteó sanciones de hasta 300.000 euros en los casos de perjuicios graves a usuarios o a empresas y abogó por ello desde Aragón al considerar que esta comunidad es precisamente una plataforma logística que se ha visto afectada por las protestas tras la sentencia del proceso independentista viendo cómo "cuatro cafres" impedían a los transportistas llegar a sus destinos y hacer frente a los costes de su actividad.

"Se está yendo de rositas la gente que le amarga la vida a la gente digna", denunció, para llamar a votar a quienes "no gritamos pero estamos hasta las narices" y no quieren que una elevada abstención permita "sacar tajada" a quienes desde la política "quieren dividirnos en bandos como en la guerra civil".

Rivera se erigió como presidente "de todos los modelos de familia" y "de la gente que se lo curra", y en una tierra especialmente afectada por la despoblación comprometió un pacto para "darle la vuelta a la tortilla" en un plazo de diez años, con un plan que no sea "de boquilla" sino que tenga recursos y una comisión nacional. Debe ser un asunto de Estado, dijo, porque "es un asunto de igualdad".

Aseguró que si gana las elecciones pondrá España en marcha en un mes, pero si no es el vencedor demostrará que es "capaz de trabajar por España" también desde la oposición, y reclamó a Sánchez y a Casado "que hagan lo mismo" y adquieran ese compromiso ante los votantes.

Es el momento "del coraje, de la valentía, de las ganas", proclamó, y de la igualdad como bandera frente a los discursos de campaña que "van a intentar remover, buscar lo que nos diferencia" e incluso "engañar a la gente para tapar los problemas reales".

"Mientras hablamos del pasado nadie piensa en el futuro", alertó, y de nada sirve "hablar de los huesos de Franco" si la caja de las pensiones está "vacía". "Aprendamos de la Historia, pero para no volver a cometer los mismos errores", reclamó.

Rivera advirtió de que el 10 de noviembre "tiene que vencer la razón, el sentido de Estado, el sentido común", el futuro frente al pasado, y eso implica que Ciudadanos esté fuerte. Si no, concluyó, "España no será fuerte" para afrontar los retos que tiene por delante, para hacer las reformas necesarias.