Así lo dijo el máximo responsable del IEF durante la clausura del XXII Congreso Nacional de la Empresa Familiar en Murcia, al que acudió la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, ante un cambio de última hora en la agenda del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que era quien iba a acudir para clausurar.

Riberas pidió diálogo a los partidos tras las elecciones del 10 de noviembre al considerar que “no nos podemos volver a permitir situaciones de bloqueo que daña la imagen que todos los ciudadanos pueden tener sobre el sistema político”.

En esta línea, apeló a “amplios consensos que nos permitan abordar los grandes temas pendientes”, en lugar de "debates políticos donde solo impera la negatividad y la confrontación” y con “pocas ideas y muchas críticas”. “Es preciso cuanto antes empezar a construir discursos en positivo” para buscar soluciones, prosiguió el presidente de las empresas familiares.

En este escenario, desde el Instituto manifestaron su voluntad de participar y aportar su “experiencia real”.

“Nos toca ahora dar un paso adelante con generosidad y con decisión, ya que el futuro del país y de lo que van a ser nuestras empresas van a depender de lo que hagamos hoy”, subrayó.

Por otra parte, Riberas repasó la situación económica de España para decir que la encuesta interactiva realizada en este congreso a los asistentes arroja datos “un poco más pesimistas” que hace un año sobre la economía nacional, como es que un 63% cree que el crecimiento a corto y medio plazo va a ser muy frágil y sin crecimiento neto del empleo, frente al 41% que así lo señalaba en 2018. “Son datos preocupantes, que se unen también a otros datos que, sin ser alarmistas, están en línea con algunas previsiones” sobre una desaceleración, según Riberas.

El máximo responsable del Instituto admitió que “se empiezan a notar signos de fatiga y de desaceleración”, que en buena medida se deben al entorno exterior, pero consideró necesario “que actuemos aquí en España, porque no podemos caer en la autocomplacencia”.

Riberas dijo que antes de la crisis de 2008, España también crecía más que los países de su entorno y luego “nos pegó” más que a otros y “eso es algo que no nos podemos permitir”. En cualquier caso, consideró que la coyuntura a la que se asistirá en los próximos meses no va a tener las dimensiones de la crisis de 2008.