Lo dijo en declaraciones a los medios de comunicación tras una reunión con transportistas en Zaragoza, concretamente en un área de servicio de la N-II, una de las vías que sufrió cortes durante las protestas posteriores a la sentencia del Tribunal Supremo por el proceso independentista.

Rivera subrayó que la violencia callejera en el País Vasco se acabó cuando sus autores tuvieron que pagar los destrozos con su propio patrimonio, y esa es la forma también de garantizar el derecho a la movilidad, que quienes cortan vías de comunicación no queren impunes, "no se rían en nuestra cara".

Se comprometió además a paralizar "el diselezo" diseñado por el PSOE, que considera "injusto y desproporcionado" y que no permite a la industria del transporte adaptarse a una transición energética que no puede ser una "imposición" y menos "inmediata".