Franco

Escasos turistas y el prior Cantera marcan el inicio del nuevo Valle de los Caídos sin Franco

-Acudió a la misa Miguel Bernad, expresidente de Manos Limpias, que está a la espera de juicio por extorsión

EL ESCORIAL (MADRID)
SERVIMEDIA JOSÉ MARÍA RIVAS, ENVIADO ESPECIAL

El Valle de los Caídos reabrió este martes tras la exhumación de Franco con la presencia de más periodistas que turistas y una misa del prior Santiago Cantera, que hasta el final se opuso a que el Gobierno sacara los restos del dictador de este recinto para trasladarlos al cementerio de Mingorrubio, en El Pardo (Madrid).

El complejo monumental y la abadía situados en la localidad madrileña de San Lorenzo del Escorial volvieron a permitir la entrada desde las diez de esta mañana, hora del primer turno de visitas.

Entre estos primeros visitantes no había más de una decena de turistas, a los que siguieron un centenar de fieles que acudieron a la misa de las once en la abadía del Valle, que ofició el prior Cantera. Entre los feligreses estaba el expresidente de Manos Limpias Miguel Bernad, que se encuentra a la espera de juicio por la trama de extorsión que se destapó en 2016 y en la que también estaba implicada la entidad Ausbanc.

Los asistentes a la misa sobrepasaron en mucho a los primeros turistas del Valle sin Franco, a pesar de que Patrimonio Nacional informó este lunes de la reapertura y de que en su web había entradas disponibles para los distintos pases de este martes. El complejo cierra diariamente a las 18.00 horas y permite pasar grupos de 50 personas en distintos tramos del día.

DE EEUU Y DINAMARCA

A pesar de esta disponibilidad de entradas, en el momento en el que la Guardia Civil levantó la barrera del recinto a las diez sólo esperaban para entrar varios turistas y una docena de representantes de los medios de comunicación, que acudieron para captar la repercusión para el lugar del traslado de los restos del ex jefe del Estado.

Los primeros en rebasar el control e iniciar el recorrido hasta la abadía fueron una pareja de moteros de Elche, que están de vacaciones por Madrid y que dijeron estar interesados por la arquitectura del Valle. Los siguientes fueron un matrimonio de EEUU y un ciudadano danés con sus padres. Estos visitantes extranjeros declinaron entrar en la polémica desatada en España por el traslado de los restos de Franco, aunque reconocieron que este asunto les había alentado a acudir al Valle este martes.

Una vez en la basílica, los agentes de la Guardia Civil situados en la entrada advertían a los visitantes de la imposibilidad de tomar fotografías en el interior. Esta instrucción se veía reforzada por la presencia de vigilantes de seguridad y de otro personal que controlaban las instalaciones y a quienes se adentraban en las mismas.

En el lugar donde estuvo enterrado Franco hasta el jueves pasado, un cordón de seguridad rodea a la docena de grandes baldosas de mármol que marcan el lugar que los operarios debieron abrir para sacar el féretro donde reposaban los restos del anterior jefe del Estado. En estas primeras horas sin los restos del dictador fueron más los periodistas que los informadores que se personaron a ver el lugar tras la operación de la semana pasada.

MISA Y PRIMO DE RIVERA

Junto a la zona donde estaba situada la tumba de Franco, ubicado entre el coro y el altar de la basílica del Valle, se situaron dos vigilantes de seguridad, que advertían a los turistas y a los periodistas de la imposibilidad de tomar imágenes. Por delante del altar, los visitantes pueden seguir viendo la tumba del fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, fusilado en la Guerra Civil por el bando republicano.

El ambiente se tornó más sosegado cuando el prior Cantera inició a las once de la mañana la misa, que era la habitual que se celebra todos los días a esta hora. Al oficio asistió un centenar de feligreses, entre los que estaba Miguel Bernad, expresidente de Manos Limpias, y otras personas que dijeron acudir habitualmente a esta abadía para el oficio religioso.

En esta primera misa de la nueva etapa el prior Cantera no hizo referencias a lo ocurrido estos meses y la ceremonia religiosa se celebró con normalidad. Varios monjes benedictinos y dos monaguillos ayudaron al responsable del Valle a retomar el ritmo normal en el recinto tras los sobresaltos de los últimos tiempos.

(SERVIMEDIA)
29 Oct 2019
NBC/gja