Elecciones Generales

Expertos piden políticas para los jóvenes que vayan más allá del ocio y el tiempo libre

- Un estudio de las fundaciones FAD y SM analiza la juventud española en los últimos 40 años

MADRID
SERVIMEDIA

Los jóvenes necesitan medidas concretas que mejoren el acceso a la vivienda, el empleo y la educación, por lo que es necesario “que los políticos tomen conciencia de que en sus programas electorales no sólo deben hablar de ocio y tiempo libre” cuando se refieren a las nuevas generaciones.

Así lo explicó este martes el director de la Fundación SM, Javier Palop, durante la presentación en Madrid del estudio ‘Protagonistas y espectadores’, elaborado junto a la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD).

De no ser así, apuntó la directora de la FAD, Beatriz Martín, “el 35% de los jóvenes pueden sentirse excluidos o en situación de pobreza”. En este contexto, llamó la atención Palop, “no interesa para nada” que “los jóvenes no voten el 10-N ni que se vayan a sentir fuera de la realidad en los próximos años”.

El estudio muestra entre sus conclusiones que el interés por la política “ha ido en aumento en los últimos años, pero aumenta la desconfianza en los partidos y en los políticos”, mientras “el autoposicionamiento político se ha ido moviendo hacia los extremos”, manteniéndose más hacia la izquierda en el conjunto de la población general.

“Los jóvenes no se fían de los políticos y quieren tomar las riendas, pero no les valen los partidos tradicionales”, expuso Eusebio Megías, autor del trabajo y asesor del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, que recalcó el papel que juegan las nuevas tecnologías en este contexto.

Según este experto, ante el 10-N “se mezclan muchas cosas”. Desde “una enorme desafección política” y el “no nos representan” siguen manteniendo “una necesidad e votar”, aunque es “muy frágil”, por lo que “cualquier cosa” puede provocar que en el último momento no acudan a las urnas, dijo.

INTENCIÓN DE VOTO

“Más del 80% declara la intención de ir a votar. Los jóvenes se movilizarían más si los políticos si hablan más de ecología, feminismo o vivienda”, subrayó otra autora del informe, Anna Sanmartín, que advirtió también que en los últimos años la política sube entre las prioridades de la población joven.

“Hay una intención política, pero no se sienten cómodos con la forma de la institución. Entienden que a través de la política pueden cambiar el mundo”, precisó Paloma Fontcuberta, que también ha trabajado en esta iniciativa.

Asimismo, en estas cuatro décadas, ha subido en los últimos años la filiación de la juventud en los partidos políticos; la participación electoral fluctúa con tendencia al alza y también los jóvenes han desplazado a otros colectivos de las calles, hacia una mayor movilización social, algo que también se manifiesta de otra forma gracias a Internet y las TIC, el “ciberactivismo”.

NUEVAS BANDERAS

En paralelo, el estudio refleja que se han asentado “nuevas banderas” en los discursos de los jóvenes, que son el feminismo, el ecologismo y la diversidad, según indicó Paloma Fontcuberta.

Aunque también el devenir histórico y social, y sus fenómenos, han marcado “definitoriamente” la sociedad española. En este punto, Megías enumeró: el proceso de Transición a la democracia; la desregulación laboral “que se produce como un intento de disminuir con éxito el paro juvenil pero a costa de aumentar niveles de precariedad y vulnerabilidad”, que se combina “con una situación de desencanto y desafección institucional que se produce en relación con la marcha sociopolítica del país”; el desarrollo de la burbuja del bienestar, “una borrachera de bienestar muy al hilo de la burbuja inmobiliaria”; la crisis, “que pone todo patas arriba” en 2010 y la revolución de las comunicaciones y las TIC, “que crea también un campo de juego radicalmente distinto”.

De todo ello, concluye también el estudio, el elemento más influyente en la juventud española de los últimos 40 años es el problema del empleo: “Es la primera generación, desde hace muchas décadas, que cree que sus hijos vivirán peor que ellos”.

Ante este panorama de precariedad e inseguridad, el estudio muestra que la juventud retoma los valores tradicionales, como el esfuerzo, la prudencia, la moralidad y la religiosidad.

Durante su intervención, Anna Sanmartín, apeló a la necesidad de entender la juventud desde “una mirada a la diversidad, para dar cuenta de la pluralidad de realidades que existen”, como han intentado hacer los autores del trabajo, formado por un grupo de expertos y profesionales que han analizado datos y documentos de los últimos 50 años.

“No es verdad que lodos los jóvenes quemen contenedores ni es verdad que todos hagan un máster de empresa”, concluyó Megías, indicando que “la impronta colectiva es muy pesada”.

(SERVIMEDIA)
29 Oct 2019
AHP/gja