Así lo explicaron Mireia Vehí y Albert Botran a las puertas del Congreso de los Diputados, reconociendo que la concurrencia de la CUP a esos comicios para las instituciones de un Estado que no reconocen no está exenta de contradicciones.

Explicaron que no se trata de un programa político "al uso" porque parten de la premisa de que en el Congreso de los Diputados "no se ganan derechos" para los ciudadanos, y menos con la aritmética previsible.

Lo que quieren, precisó Vehí, es que el Congreso sea "caja de resonancia del conflicto que se vive en Cataluña", y no solo de lo que ven como un "conflicto nacional" sino también de clase, territorial, o ecológico, y para ello presentan un "programa de intervención política" que pivota sobre cinco ejes.

El primero de ellos es la defensa del derecho de autodeterminación y de la amnistía para los políticos independentistas condenados, planteadas como un "torpedo a la línea de flotación de la unidad de España" y de su "aparato del Estado" asentado sobre la monarquía y sobre el régimen de 1978, después del cual "no ha habido transición democrática".

El segundo eje es la defensa de los derechos de la ciudadanía, que ven "directamente relacionada" con el señalamiento de las empresas del Íbex, la imagen explícita de cómo unos pocos poseen mucho y desposeen a las clases populares que constituyen la inmensa mayoría de la población.

El tercer eje es la lucha contra la crisis climática y ecológica, que "solo se puede solventar desde una enmienda a la totalidad al sistema productivo y económico", ya que de nada sirve gestionar residuos, reciclar o comer menos carne, aseguran, si los sistemas de producción siguen basados en el "expolio" de los recursos naturales.

El feminismo "como herramienta para cambiarlo todo" es el cuarto eje, y el quinto es la denuncia de la corrupción y el objetivo de "echar a la mafia de las instituciones", lo cual pasa por generar dinámicas colectivas de control de la gestión pública.

La CUP se reafirma en que la violencia que se ha vivido en las calles de Cataluña en los últimos días ha procedido sobre todo de las fuerzas policiales, no solo las enviadas por el Estado como "única respuesta a un conflicto político" sino también de los Mossos d'Esquadra, cuya actuación considera "deleznable".

Botran denunció, en ese sentido, las imágenes difundidas en redes sociales en las que un grupo de personas sentadas en una terraza son "asaltadas" por agentes que se bajan de un furgón sin apenas mediar palabra. Reclaman una investigación y las dimisiones que correspondan.

La CUP considera que la función de las fuerzas políticas no es "condenar" la violencia sino entender por qué se produce, y llama también a los medios de comunicación a no actuar como "acusación en nombre del Estado" sino a comprender también "por qué ocurren este tipo de protestas".