Felipe VI lo dijo durante la inauguración del XXII Congreso Nacional de la Empresa Familiar celebrado en Murcia, ante un auditorio de más de 600 empresarios familiares procedentes de toda España y en el que también se encontraba la ministra de Economía y Empresa en funciones, Nadia Calviño.

El Rey comenzó su discurso agradeciendo la mención del presidente del Instituto de la Empresa Familiar, Francisco Riberas, a la preparación de la princesa de Asturias para su futuro.

“Se está preparando con enorme afán, con enorme responsabilidad, con unos padres que le transmite cariño, exigencia y sentido de la responsabilidad para ese futuro, y para esa labor de servicio permanente a España”, dijo el Rey.

Durante su intervención, el monarca puso en valor el papel de las empresas familiares como motor de crecimiento, creación de empleo y “agentes transformadores del ámbito social”.

Se refirió a la proyección exterior para subrayar el “esfuerzo” realizado por las empresas en los últimos años y citar como reto la profundización en esa internacionalización.

En este sentido, el Rey recordó su reciente viaje a Corea del Sur para para destacar el “deseo de mayor presencia en España” por parte de las empresas coreanas y animar a las compañías presentes en el Congreso a “explorar este mercado, que no solo es de enorme dinamismo, sino de enorme aprecio por lo español”.

Por otro lado, el Rey puso de relieve la apuesta por la formación como “muestra de visión de largo plazo y de apoyo a la sostenibilidad, así como un ejemplo de compromiso con los jóvenes que sufren las consecuencias del desempleo”, y una prueba de “compromiso con el Estado de Bienestar”.

Las empresas familiares “llevan en su ADN la cultura de unos valores que se transmite de generación en generación, así se va configurando una cultura emprendedora, vital y comprometida que es clave preservar y extender”, según puso en valor el Rey.

Finalmente, afirmó que “la sostenibilidad, la estabilidad y la confianza basada en valores son, en suma, las bases del funcionamiento de las empresas familiares, y son esenciales también para el progreso económico y social de toda la sociedad”. El Rey destacó que estas empresas están llamadas a tener un “papel fundamental” en el crecimiento económico, social y medioambientalmente sostenible, y “es esencial apoyar” su legado “aplicando medidas que dinamicen su crecimiento”.