Nada más concluir la marcha organizada por la Asamblea Nacional Catalana y por Omnium Cultural, los manifestantes se trasladaron desde la calle Marina a la vía Layetana, donde tiene su sede la Jefatura de la Policía Nacional y donde en las dos últimas semanas se han producido incidentes violentos.

Los manifestantes secesionistas llenaron tan rápido la vía Layetana con sus banderas republicanas que la circulación quedó cortada al tráfico. Cuando cinco furgones policiales intentaron regresar a la Jefatura, se encontraron con la masa popular, que no les dejaba pasar.

La Policía Nacional tuvo que desplegar entonces un dispositivo para tratar de abrir camino a los vehículos y finalmente lo consiguieron. Sin embargo, cuando se marchaban, varios jóvenes radicales lanzaron toda clase de objetos contra los furgones policiales, que incluso golpearon con patadas y puñetazos.