Así lo dijo en un acto del PSOE en Segovia -al igual que ayer desde Cádiz- después de que Junts per Catalunya, Esquerra Republicana y la CUP presentaran la propuesta de resolución que apoya institucionalmente la autodeterminación y carga contra la sentencia condenatoria del Tribunal Supremo en el juicio del 'procés'.

Para el líder del PSOE y candidato a la Presidencia “no puede haber diálogo para retorcer la ley, y eso vale para el gobierno de Cataluña y para los diputados y diputadas independentistas del Parlamento de Cataluña”. Además, afeó al presidente de la Generalitat, Quim Torra, que evite condenar la violencia de los últimos días, y se dedique a hacer llamadas, pero se resista a hablar y escuchar al resto mayoritario de la sociedad catalana que “quiere seguir” en España.

Asimismo, Sánchez destacó como “muy positivo” el Estado autonómico español, aunque abogó por “fortalecerlo” para hacer frente a desafíos tan importante como la despoblación o la gestión de un “bien básico como el recurso al agua”.

El jefe del Ejecutivo afirmó que su gabinete sabía "perfectamente" la "convulsión" que iba a provocar en Cataluña la sentencia por el juicio del 'procés'. Y por eso lo contemplaban como una de las tres amenazas -junto al Brexit y la coyuntura económica- a las que debía hacer frente el país, y de ahí la urgencia de formar un gobierno. “Nosotros estamos gestionando una sentencia sobre unos hechos acaecidos con gobiernos del PP, lo mínimo que pedimos al PP y a la derecha es que sean tan leales como fue el PSOE cuando estaba en la oposición en 2016”, reclamó una vez más Pedro Sánchez, convencido de que “el independentismo lo que está deseando es que la derecha vuelva a gobernar en España”.

“Porque si con Rajoy se multiplicó por tres el número de independentistas en Cataluña, imaginaros con estos tres de la foto de Colón -Casado, Rivera y Abascal- en el Gobierno de España. Es que Puigdemont y Torra se frotarían las manos”, aseguró el líder socialista.

Por ello, a los tres líderes de la oposición con los que se reunió la semana pasada -Pablo Casado, Albert Rivera y Pablo Iglesias- les reprochó que le dijeran que iban a ser leales y nada más salir de Moncloa “empezaron a criticar al Ejecutivo”. Sánchez defendió que están “haciendo lo que teníamos que hacer” y pasa por ser “firmes” en las respuestas, lo que le llevó a ensalzar el “trabajo extraordinario desde punto vista de la templanza” que está teniendo el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.