Para Ancopel, la propuesta de Magna, además de tener un plan de negocio más completo, permitirá que se puedan vender más coches de la marca Opel, ya que ésta podrá empezar a competir en igualdad de condiciones con otras marcas de GM y estará en disposición de entrar en importantes mercados naturales, como el ruso, el chino o el estadounidense, que hasta ahora le estaban vetados.

Según Ancopel, que agrupa a 174 concesionarios de esta marca en España, este previsible aumento de ventas es la mejor manera de garantizar el mantenimiento del empleo de Opel, tanto en las fábricas como en su red comercial.

"Creemos que la opción de Magna va a permitir a Opel vender más coches que, al fin y al cabo, es el factor clave para proteger el empleo que genera la marca en nuestro país y en el resto de Europa", comentó el presidente de esta organización, Antonio Romero-Haupold.

Por otro lado, los concesionarios Opel en Europa, agrupados en Euroda, mantienen su ofrecimiento de entrar en el accionariado de la "nueva Opel" aportando 500 millones de euros.

"Los concesionarios españoles estamos haciendo todo lo posible para estar en el proyecto de la nueva compañía. Si no tenemos presencia en Opel, puede ocurrir que el empleo se vaya a otra parte y que nuestras fábricas sufran las consecuencias", dijo Romero-Haupold.

El año pasado los concesionarios Opel de España facturaron unos 1.760 millones de euros. Esta marca emplea en España a cerca de 20.000 personas, entre las fábricas, la red comercial y la red secundaria. Además, las ventas derivadas de Opel permiten recaudar a las Administraciones 320 millones de euros en impuestos al año, según datos de Ancopel.