La presencia de este tipo de roedores en la vía pública constituye para Anecpla un “importante problema de salud pública”, dado que se trata de importantes vectores transmisores de enfermedades como la leptospirosis, el hantavirus o la toxoplasmosis, entre otras.

La directora general de la asociación, Milagros Fernández de Lezeta, señaló que la presencia de estos roedores a la luz del día es un “indicativo claro y preocupante de que su volumen es demasiado elevado” y achacó esta situación a la “drástica reducción” de presupuestos dedicados a estas partidas de sanidad ambiental por parte de los ayuntamientos.

Tras denunciar que con la crisis el factor económico es el que “decanta la elección de proveedores”, instó a las administraciones locales a que vuelvan a “tener en cuenta” los requerimientos técnicos y la calidad del servicio al estimar que la salud de los ciudadanos y la imagen de las ciudades “está en juego”.

En este punto, la asociación insistió en la prevención como la “mejor” medida para “mantener bajo control” a esta especie que puede llegar a convertirse en una plaga debido a su alta condición “oportunista” y su “elevada” capacidad reproductiva.

Asimismo, recordó la importancia de contratar los servicios de empresas especializadas inscritas en el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Plaguicidas/Biocidas y destacó que una correcta labor de prevención facilita, además, “minimizar” costes.

Junto a ello, entre otras medidas también aconsejó depositar los residuos en los contenedores de basura teniendo en cuenta los horarios de recogida, así como reparar cualquier desperfecto estructural que permita la entrada de ratas a los edificios, eliminar la maleza en los jardines y, en caso de avistamiento de roedores en la vía pública, avisar a los servicios municipales.