El Ministerio de Asuntos Exteriores emitió un comunicado con motivo de la conmemoración hoy del Día Mundial y del Día Europeo contra la Pena de Muerte, en el que reiteró su oposición a la pena capital.

Recordó que desde hace décadas existe una tendencia mundial hacia la abolición de la pena de muerte, una condena que ya no dictan más de dos tercios de los países, lo que le permitió reiterar que la lucha contra este castigo “continuará siendo una prioridad” de la política exterior española, junto con el resto de países de la UE y con los 22 de la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte.

Destacó que seguirá instando a los gobiernos de aquellos países que todavía la aplican a que la “restrinjan” e instauren moratorias en aras de su “abolición definitiva”. También urgirá a los que han presentado proyectos de ley para instaurarla a que los “retiren” y “mantengan la abolición, respetando así el derecho humano absoluto a la vida”.

Explicó que España participó en el 7º Congreso Mundial contra la Pena de Muerte, que se celebró en Bruselas el pasado mes de febrero, y que el pasado mes de diciembre 121 países de la ONU respaldaron la resolución de la Asamblea General en favor de su moratoria.

Esto le sirvió para aseverar que el Gobierno seguirá promoviendo la abolición en los foros multilaterales, especialmente en su actual condición de miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Por último, afirmó que mantendrá su apoyo a la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte, con sede en Madrid y fundada en 2010 a iniciativa del Gobierno español, además de las iniciativas multilaterales y de la sociedad civil que avancen hacia la abolición universal.