Delgado se refirió a esta cuestión tras inaugurar esta mañana en Madrid un curso sobre asistencia profesional a las víctimas de delitos de odio.

En declaraciones a los medios de comunicación, la ministra señaló que los políticos “tenemos que ser muy responsables con nuestras palabras” porque pueden “inducir” al rechazo de otras personas o colectivos y “dar lugar a delitos de odio”.

Explicó que las estadísticas indican que han aumentado las denuncias de delitos de odio y que ha crecido la “sensibilización” al respecto en la sociedad española. Sostuvo que los responsables políticos tienen una “gran responsabilidad” al respecto, por lo que “no se puede banalizar con las situaciones que generan odio”, como las referidas a la raza, sexo o lugar de origen.

La ministra indicó que se trata de derechos humanos y no debe ser un asunto de debate político, puesto que es “una cuestión de Estado”. Sostuvo que las diferencias dentro de la sociedad “tienen que respetarse” y la Constitución ampara la diversidad. Por este motivo, remarcó que desde ámbitos políticos no se debe “incitar en modo alguno al odio”.

Al mismo tiempo, durante su discurso en las jornadas que inauguraba, Delgado se refirió a que en los últimos 75 años en Europa la incitación al odio “ha sido precursora de delitos mucho más graves”, como el genocidio. Resaltó que esta realidad está “a la vuelta de la esquina” en el continente europeo, en referencia a que hace pocas décadas que tuvo lugar.