Lo hizo en una pregunta a la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, en la sesión de control en el Congreso, en un intercambio que se limitó al segundo turno tras contestar la 'número dos' del Ejecutivo en el primero que no había entendido la pregunta, “qué es para usted un Gobierno progresista”, y que se la reformulara.

Álvarez de Toledo lo hizo criticando el “impúdico victimismo” del PSOE al simular una negociación de investidura cuando “no ha pensado ni hecho otra cosa” que buscar las elecciones, y Calvo sería la “encarnación de esta farsea”, la ejecutora del teatro, del “sanchista simulacro”.

Seguidamente pasó a cuestionar el progresismo del PSOE por sus supuestas alianzas con los nacionalistas en Cataluña y el País Vasco y “equiparar a las víctimas con los verdugos”. Por ello, concluyó: “Son ustedes profundamente reaccionarios”.

A partir de ahí, enlazando ambos mensajes con un “ni progresista ni Gobierno”, la portavoz popular preguntó qué ha hecho Calvo para negociar cuando sólo ha tenido, según su agenda, 10 reuniones en cinco meses. “Qué agotamiento”, ironizó, denunciando que el PSOE, en realidad, ha ejecutado “la más descarnada y cínica lucha por liquidar a su socio progresista con el dinero de todos los españoles y que “ni siquiera cuando gana la izquierda son capaces de gobernar”.

"LES IRÁ PEOR"

Álvarez de Toledo terminó preguntando a Calvo si “no le da vergüenza esta comedia” y que el telediario de anoche fuera “su primer gran mitin” de precampaña, y avisando a los socialistas: “Les va a ir muchísimo peor de lo que sus 'redondos' les susurran”, en referencia al jefe de gabinete de Pedro Sánchez, Iván Redondo.

Calvo la contestó en ataque personal que para escucharla “es como cuando llueve, hay que abrir el paraguas”, y le pidió irónicamente que “desde su altura inalcanzable” mire a los “pobres mortales socialistas” que llevan toda la democracia luchando por la igualdad, la justicia social y la solidaridad.

Prosiguió que lo que no es progresismo es tener un Gobierno que tenga que caer por su corrupción o ser una “fábrica de desapego” a la unidad de España, que el PP ya no podría garantizar por su falta de apoyos en Cataluña y el País Vasco, o que hace recaer sobre las clases trabajadoras los costes de la crisis.

Por último, Calvo celebró haber visto a Álvarez de Toledo coincidir con Vox también en sus críticas teóricas al progresismo después de “hacer las prácticas juntos” con sus “pactos de perdedores” en comunidades y ayuntamientos.