“La ciudadanía entiende bastante mejor que lo que algunos pensamos, que hay una inflexibilidad por parte de Unidas Podemos en lo que se refiere a la posibilidad de desbloquear un gobierno que va a traer cosas muy buenas para la ciudadanía”, trasladó Celaá en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

De esta manera despachó la portavoz la culpabilidad de Sánchez al gobierno de coalición en el que insiste Iglesias y aseguró, una vez más, que “es preciso labrar un escenario de confianza. La ciudadanía lo entiende y lo entenderá cada día más, porque no interesa a España un gobierno endeble, débil, poco conexo y que además no nos trae estabilidad”.

A su juicio, “esto es lo capital” y “el que crea en la estabilidad y en la institucionalidad del país tiene que aspirar a tener un gobierno que le dé estabilidad para cuatro años”. Así, descartó la coalición porque “no podemos configurar un gobierno sobre un terreno de desconfianza, de vigilancia de una parte sobre la otra”.

Celaá insistió en que la “coalición” es “inviable” y, por eso, el Ejecutivo está “animando a Unidas Podemos a que desbloque la situación” porque “mientras hay tiempo, hay esperanza”.

Así, afirmó que lo que el Gobierno le “pide” a Iglesias es que “estudie la propuesta del Gobierno, porque tiene suficiente anchura y volumen" como para poder ser aceptada, puesto que ofrece "programa, garantías y una invitación a una participación activa en cargos". “Es lo que queremos que haga Podemos, que lo estudie”, añadió.

Previamente, en su valoración semanal, la portavoz del Gobierno urgió a la formación que lidera Pablo Iglesias a que decida “si se quiere enfrentar ya a los problemas” de España –entre los que enumeró el precio de los alquileres, el mercado laboral, la Lomce y el cambio climático- o “quiere elecciones”.

Unidas Podemos, dijo Celaá en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, “debe decidir si va a volver a unirse a las tres derechas para impedir, una vez más, un gobierno progresista”.

La titular de Educación en funciones instó a no caer en “debatir más en una propuesta que deviene absurda y vacía de contenido”, sino centrarse en la “principal disyuntiva”, que pasa por afrontar los “problemas” o llamar a los ciudadanos a las urnas el 10 de noviembre.

Acto seguido apuntó que “no existe la confianza mínima para un gobierno de coalición estable”, por lo que abogó por aceptar “ese principio de realidad por respeto a la institución” del Ejecutivo.

El PSOE, señaló, tiene los votos, los escaños y el programa y “solo falta el sí de Unidas Podemos”, por lo que destacó la importancia de “pasar ya a la última fase” de esta situación política que deriva de las elecciones generales del 28 de abril.

Así las cosas, aseguró que “no” le consta” que Sánchez se reúna con líderes de otros partidos para desbloquear la situación y se remitió a las “comisiones negociadoras” como las responsables de este campo.

La portavoz del Gobierno en funciones sentenció que no someterán a la ciudadanía a “una nueva frustración de una investidura fallida si el presidente en funciones no cuenta con el respaldo suficiente”.

Junto a este escenario, la portavoz destacó el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que otorga al PSOE una ventaja de 18 puntos sobre el PP en caso de celebrarse nuevas elecciones generales, porque demuestra que el presidente en funciones tiene el respaldo de la "ciudadanía prudente y sensata".