La cifra contrasta con el superávit de 1.658,63 millones que acumulaba entre enero y junio, y que supuso una mejora del 44,73% en comparativa interanual.

Según los datos de ejecución presupuestaria publicados por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, el déficit es consecuencia de la diferencia entre unos derechos reconocidos netos por operaciones no financieras de 85.782,65 millones de euros y unas obligaciones reconocidas de 90.826,22 millones de euros.

El Ministerio subraya que este año se ha producido un cambio de criterio de la imputación presupuestaria de determinados gastos de 2018 asociados a la recaudación y por ese motivo en julio se imputaron 1.324,36 millones de gastos devengados en noviembre y diciembre del pasado año correspondientes fundamentalmente al pago delegado de la incapacidad temporal y a la aportación por parte de las mutuas colaboradoras al sostenimiengo de los servicios comunes.

Si se sumasen al ejercicio de 2019, el saldo negativo sería de 6.367,9 millones de euros, que corresponderían a la diferencia entre unos derechos reconocidos por operaciones no financieras de 85.782,65 millones y unas obligaciones reconocidas de 92.150,58 millones.

Del volumen total de derechos reconocidos, el 90,93% correspondieron a las entidades gestoras y servicios comunes de la Seguridad Social y el 9,07% restante a las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social.

En términos de caja, la recaudación líquida del sistema alcanzó los 82.910,44 millones, un 3,43% más, mientras que los pagos presentaron un aumento del 8,30%, hasta los 91.959,94 millones de euros.

INGRESOS

Las cotizaciones ascendieron a 71.745,41 millones, subiendo en más de 5.200 millones o el 7,87% respecto al periodo comparable de 2018. Su avance, según detalló el ministerio, viene originado por el aumento de la cotización de ocupados en un 7,62%, mientras que la cotización de desempleados registró un aumento del 12,19%.

En conjunto, la Seguridad Social prevé ingresar este ejercicio 114.915,75 millones en concepto de cotizaciones sociales. De esta forma, los ingresos por cotizaciones representaron, a finales de julio, el 62,43% de lo previsto para todo 2019.

Por su parte, las transferencias corrientes totalizaron 12.902,58 millones, con un decremento del 5,72% interanual. En términos absolutos, las transferencias del Estado a 31 de julio de 2019 se situaron en 10.560,43 millones, por debajo de los 11.649,25 millones computados en el periodo comparable.

GASTOS

En cuanto a la aplicación, las prestaciones económicas a familias e instituciones totalizaron 86.425,62 millones de euros, con un aumento del 7,23% interanual. Esta cifra representa un 93,79% del gasto total acometido en el sistema de la Seguridad Social.

La mayor partida, por cuantía de 79.685,81 millones, correspondió a pensiones y prestaciones contributivas, con un crecimiento interanual del 7,72%.

En un análisis detallado del área contributiva, las pensiones (invalidez, jubilación, viudedad, orfandad y en favor de familiares) alcanzaron los 72.866,36 millones de euros, un 6% más. La cuantía destinada a prestaciones por maternidad, paternidad y riesgo durante el embarazo se elevaron a 1.470,64 millones, un 9,13% más.

En incapacidad temporal el gasto realizado alcanzó los 5.107,07 millones, con un incremento interanual del 40,07%. Esta evolución se encuentra afectada por la imputación en los meses de enero, febrero y marzo de 2019 del pago delegado de la incapacidad temporal de los meses de noviembre y diciembre de 2018, por importe de 978,58 millones, como consecuencia del cambio de criterio de imputación presupuestaria.

Sin tener en cuenta este cambio, el gasto de la incapacidad temporal habría sido de 4.128,49 millones, un 13,23% más.

Por su parte, a las pensiones y prestaciones no contributivas, incluidos los complementos por mínimos de las pensiones contributivas, se emplearon 6.739,81 millones de euros, cifra que supone un aumento del 1,69% respecto al ejercicio anterior.