Su intención es destinar la mayor parte de la inversión a apoyar microempresas, de menos de 10 empleados, y pymes que desarrollen su actividad en regiones con altas tasas de desempleo.

Entre sus prioridades figura también facilitar parte del fondo a aquellas pymes que requieren más apoyo como empresas de reciente creación o las que trabajan en sectores vulnerables como el agrícola.

Se trata del quinto acuerdo del banco de la UE a Ibercaja dentro de la línea de financiación específica del organismo para pymes. El BEI aporta 150 millones y la entidad financiera los 150 millones restantes.

El último acuerdo, firmado en 2018 por una cuantía igual, permitió facilitar financiación a cerca de 3.000 pymes y 25 empresas de mediana capitalización.