Esta entidad resaltó que, en tiempos de crisis económica, el consumidor debe tener en cuenta los derechos de las personas que elaboran los artículos, además de su propio beneficio. "El comercio justo constituye una alternativa basada en el respeto y la equidad entre ambas partes", apuntó.

Por ejemplo, el productor de comercio justo de una tableta de chocolate recibe el 33% del precio final, en tanto que al del comercio convencional le llega un 6%.

Además, la Coordinadora Estatal de Comercio Justo destacó que las organizaciones importadoras de este sector prefinancian la producción y definen el precio de común acuerdo.

"El consumidor de comercio justo puede estar seguro de que los artículos que adquiere no han sido elaborados por niños o niñas y que las mujeres han trabajado en igualdad de condiciones respecto a los hombres. Además, el proceso de fabricación es respetuoso con el medio ambiente y no rompe con el equilibrio natural de la zona", aseguró.

Los productos de comercio justo se pueden encontrar en tiendas especializadas (un listado de ellas aparece en "www.comerciojusto.org"), "on line" y en algunos establecimientos y supermercados convencionales.