Así se pronunció Arrimadas durante su intervención en el Pleno del Congreso con motivo de la comparecencia de la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, para hablar de la crisis del buque humanitario de bandera española ‘Open Arms’, que estuvo 20 días en aguas internacionales con cientos de personas rescatadas en el Mediterráneo sin poder desembarcar en un puerto seguro.

Arrimadas reconoció que la cuestión migratoria “no es fácil”, lo que le sirvió para presentar a su partido como la antítesis de aquellos que proponen “soluciones fáciles a problemas muy complejos”.

Acusó al Ejecutivo de “favorecer la labor” de las “mafias que trafican con inmigrantes” con su “política de bandazos” en materia migratoria.

Lamentó que Calvo no se pronunciase sobre el “control de fronteras”, ni sobre cómo “revertir el flujo de inmigración irregular”, ni sobre “cómo piensan atajar junto con la UE el tráfico de personas desde los países de origen”.

Por último, reprochó al Gobierno que responda a las crisis migratorias en función de su “proyección mediática”, ya que “en 15 días han pasado de decir que no tenían nada que hacer, a amenazar con multar a la ONG, a mandar un buque de la Armada con toda su tripulación”.