GM transforma el 97% de los desechos de 76 de sus 145 plantas de fabricación en nuevos materiales para la producción, y del 3% restante obtiene energía.

De este modo, el 52% de sus factorías no generan residuos, lo que supera el objetivo adoptado en 2008 por la compañía de que la mitad de sus instalaciones reciclaran la totalidad de sus desechos a finales de 2010.

Solo en lo que va de año la empresa de automoción ha reciclado o reutilizado 2,5 millones de toneladas de materiales de desecho en todo el mundo, lo que habría contribuido a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en 8,4 millones de toneladas.

La empresa ha logrado reducir los residuos que no recicla en un 75% entre 2000 y 2010 en todo el mundo y en un 28% por vehículo fabricado en los últimos 5 años, y sus actividades de reciclaje le han reportado unos ingresos de 1.880 millones de euros desde 2007.

Para seguir reduciendo su impacto medioambiental, GM invertirá 30 millones de euros en varios proyectos para la promoción de energías limpias en Estados Unidos en los próximos años, con el objetivo de reducir en 8 millones de toneladas sus emisiones de CO2.