Así lo explicó la presidenta del gestor ferroviario, Isabel Pardo de Vera, en un encuentro con periodistas para presentar algunos aspectos relacionados con este proceso de liberalización que aborda desde ahora su fase definitiva.

En relación con los cánones, Pardo de Vera indicó que su objetivo es que cuando termine el plazo para presentar las ofertas, el próximo 31 de octubre, esté cerrado el acuerdo con Fomento para desvincularlos de los presupuestos y establecida su senda hasta 2025, para que los posibles operadores cuenten con esta información para elaborar sus planes de negocio.

Preguntada por si se puede producir una rebaja en su cuantía, recordó que se fijan en función de los costes de mantenimiento de Adif y que estos se han incrementado desde 2018. En todo caso, aclaró que su variación será poco significativa.

Además, destacó que Adif tiene previsto aprobar un sistema de bonificaciones del que se beneficiarán todos los operadores que logren incrementar el uso de la infraestructura y aseguró que dichas bonificaciones serán “muy atractivas”.

IMPORTANCIA CHAMARTÍN

Por otro lado, Pardo de Vera se refirió a la importancia que tendrá la estación madrileña de Chamartín en el proceso de liberalización. ya que es indispensable para descongestionar el cuello de botella de la estación de Atocha.

De hecho, señaló que uno de los primeros hitos en esta línea será que el túnel de alta velocidad que permitirá la conexión entre Atocha y Chamartín estará operativo en diciembre de 2020, ya que está previsto que todos los trenes de Levante lleguen a esta estación del norte de Madrid cuando arranque la liberalización.

En cuanto a las obras de remodelación de la estación, que tienen un coste estimado en unos 966 millones, explicó que el objetivo de Adif es poder lanzar el concurso en el mes de octubre en colaboración con Distrito Castellana Norte (DCN), lo que requiere la aprobación de la operación por parte de la Comunidad de Madrid.

Por último, Pardo de Vera indicó que, pese a que la oferta a los operadores supone un incremento del 65% de las circulaciones, en un primer momento la entrada de nuevos servicios será limitada, ya que la disponibilidad de trenes es escasa y la construcción de nuevas unidades requiere entre dos y tres años. Por ello, defendió la conveniencia de que las adjudicaciones sean por 10 años, para permitir el desarrollo progresivo de los planes de negocio.