Garzón hizo esta denuncia en la presentación del estudio 'Níger gendarme de Europa. Consecuencias de la externalización de fronteras en el Sahel', que presentó hoy Oxfam Intermón.

El informe analiza los efectos de la externalización de la gestión migratoria en Níger y señala a España como uno de los mayores implicados en el dispositivo de control en la zona del Sahel.

También analiza la desviación de fondos europeos de desarrollo hacia seguridad y desvela los mecanismos existentes de expulsión, evacuación y deportación desde Argelia y Libia, a través del llamado retorno voluntario y de campañas de disuasión sobre los peligros de la migración.

Asimismo, el estudio denuncia la visión eurocéntrica que propaga la falsa idea de que la Unión Europea es el destino principal de las personas que migran, cuando en realidad los desplazamientos intraafricanos suponen el 75% del total de las migraciones de personas africanas.

Níger constituye, según el informe, "un espacio en movimiento en el que la externalización de fronteras europeas tiene consecuencias diversas como la mayor vulnerabilidad para las personas migrantes por la clandestinidad creciente de los itinerarios".

Además, pone en entredicho "el enfoque político actual que prioriza la securitización en lugar del desarrollo y que desprotege a las personas en movimiento, vulnerando sus derechos básicos en nombre de la contención".

“A lo largo de la ruta, las mujeres sufren todo tipo de violencias, parecidas a las que pueden encontrar todas las personas migrantes, pero siempre de forma más grave, ya sean atracos, agresiones físicas, violaciones o asesinatos de los cuales son a veces víctimas o testigos”, concluyó Garzón.