En declaraciones a Servimedia, Besteiro exigió "mucha más dureza" a la hora de imponer estas limitaciones, tras lamentar el asesinato de un niño de 10 años cometido presuntamente por su padre ayer en Beniel (Murcia).

El presunto agresor, que se suicidó tras cometer el crimen, estaba separado de la madre y había sido denunciado por violencia de género.

Según Besteiro, el problema con todo esto es que "falta concienciación del riesgo que corren los menores", que "los padres utilizan para hacer daño a sus madres donde más les duele".

La ley les reconoce ya como víctimas de la violencia de género, pero, manifestó Besteiro, "no existe conciencia social de que un maltratador nunca puede ser un buen padre". Esta es la razón por la que apenas se limita el régimen de visitas en estos casos, porque "no se entiende la gravedad del asunto", concluyó.