Según informó Adif, esta operación se ha visto propiciada por la necesidad de instrumentar el proceso de participación del sector privado en el transporte ferroviario dentro de un mercado competitivo, sujeto a las máximas garantías y transparencia.

Con la venta de sus acciones en esta sociedad, Adif completa el proceso que ha supuesto su salida del accionariado de empresas explotadoras de servicios vinculados con el transporte ferroviario. De este modo, la entidad pública podrá centrarse en la promoción de sus instalaciones e infraestructuras, así como en la realización y desarrollo de los proyectos estratégicos en que está inmersa.

Por otra parte, esta medida también favorecerá a la sociedad, ya que evitará estar sujeta a una empresa que es órgano adjudicador de licitaciones, lo que podría suponer una eventual restricción en sus posibilidades de participación en el resto de las licitaciones.

En cualquier caso, Adif recuerda que esta neutralidad ya estaba garantizada mediante la aplicación del proceso establecido para la selección de los explotadores de servicios vinculados al transporte ferroviario, a través de la figura del riesgo y ventura.