Así lo avanzó en una entrevista en TVE recogida por Servimedia en la que admitió que ha fallado el “método” seguido desde las elecciones del 28 de abril para alcanzar acuerdos con Unidas Podemos para garantizar su investidura como presidente del Gobierno.

“El método no ha funcionado porque estamos encallados”, admitió Sánchez, y lanzó el mensaje a la formación que lidera Unidas Podemos de volver a los contactos para buscar los puntos de coincidencia que permitan un “Gobierno de cooperación”. Primero centrándose en las políticas, dijo, y luego en las personas que las desarrollarán.

Sánchez instó a dejar de lado los nombres y los cargos y a centrarse en las políticas porque Unidas Podemos y el PSOE “es evidente” que tienen “puntos de coincidencia”, especialmente en políticas sociales.

EL ESCOLLO, DISCREPANCIAS POR CATALUÑA

Pero ante la insistencia de la formación de Iglesias de estar dentro del Ejecutivo de Sánchez, apuntó varias veces que “un Gobierno tiene que gozar de cohesión interna” y no solo en políticas sociales, también en cuestiones de Estado y ahí, admitió, tenemos “discrepancias muy serias” con Unidas Podemos, y puso el ejemplo, una vez más, de la cuestión política en Cataluña. "Hay discrepancias de fondo” en las políticas de Estado, reiteró.

Sánchez insistió en que ha trasladado la “propuesta más sensata, más realista y más generosas que ahora mismo podemos hacer desde la coyuntura política actual”, que pasa por la “cooperación” parlamentaria y programática, así como por la “representación de Unidas Podemos en distintos ámbitos de la Administración”, mientras Iglesias insiste en el Gobierno de coalición.

En este contexto, señaló que dejó “la puerta abierta a que Unidas Podemos pudiera plantear algún independiente de reconocido prestigio que pudiera incorporarse al gobierno y parece que eso tampoco les contentara”.

Sobre qué personas podrían sumarse, Sánchez dijo que “a priori” no tiene “ningún prejuicio ni con militantes ni compañeros de Unidas Podemos ni de sus confluencias”. Hace doce meses, recordó, “hice un Gobierno donde más de un tercio son personas de reconocido prestigio, independientes, que nada tienen que ver con una filiación política al PSOE, y eso fue premiado por la ciudadanía”.

“Planteé un Gobierno abierto a la ciudadanía y no cerrado a las lógicas partidistas, que de alguna forma es lo que puede plantearse a través de un Gobierno de coalición”, ahondó dejando entrever la crítica a Podemos por su insistencia en la coalición.

“Si UP tiene un planteamiento semejante a este” de sumarse con independientes, “estaría dispuesto a debatirlo, porque podemos hacer muchas cosas juntos, pero insisto, hay elementos centrales de la política de estado que exigen de una cohesión interna que ahora mismo, por las discrepancias que mantenemos con Unidas Podemos, no podemos garantizar”.

De esta manera se agarró repetidamente para justificar el rechazo al Gobierno de coalición que reclama Iglesias e instó al líder de Unidas Podemos a centrarse en las políticas que podrían desarrollar y luego verlas personas que podrían activarlas.

“El planteamiento es político, no de reparto de sillones. Yo, como presidente del Gobierno, tengo que garantizar varias cosas: una investidura, un Gobierno que funcione, estabilidad y una suficiente cohesión interna para que los desafíos que tenemos por delante como Estado sean respondidos de una manera adecuada”.

Justificó sus dudas recordando que Unidas Podemos recurrió la decisión de aplicar el artículo 155 de la Constitución en Cataluña y que habla de “presos políticos”, y “si lo haces es porque consideras que hay una forma de defender el Estado distinta a la del PSOE”.

"Si esta legislatura, ante las puertas de una sentencia del Tribunal Supremo en breves meses, los independentistas vuelven a hacer algo como lo que hicieron hace dos años ¿Unidas Podemos va a apoyar al Gobierno de España en la aplicación hipotética, que yo no deseo, del artículo 155 de la Constitución?", reflexionó.

PRIMER ACUERDO

En este escenario, el presidente en funciones ofreció que el "primer acuerdo de país" que propondría al resto de partidos sería acordar una reforma del artículo 99 de la Constitución, que es el que regula la investidura, para evitar situaciones de bloqueo como la actual. "Ofrezco un acuerdo de país para que sea la última vez que ocurre esto", se comprometió.

Sánchez afirmó que “la crisis de investidura solamente se puede resolver entre los cuatro principales partidos, excluyo a Vox”, es decir, entre Partido Popular, Ciudadanos, Podemos y PSOE.

Para lograrlo, “he propuesto un Gobierno progresista que no dependa de las fuerzas independentistas”. Este Gobierno progresista, dijo, “exige” de un entendimiento, “ya veremos cómo”, con UP. “Y que no dependa de los independentistas exige del compromiso” del PP y CS, a los que les pidió no el apoyo, sino que “en tanto en cuanto no haya alternativa a un Gobierno distintos al que pueda ser liderado por el PSOE, al menos que faciliten la constitución de ese Gobierno”.

“Estoy incluso abierto a negociar con ellos la abstención, eso se lo dije a Casado y a Rivera", “pero desgraciadamente hasta hoy lo que he encontrado ha sido el no”. Sánchez se desentendió de la carta que diputados y exdiputados socialistas han remitido a los parlamentarios del PP instándoles a la abstención como hicieron ellos en 2016 en favor de Mariano Rajoy. “No la conocía”, dijo Sánchez sobre la carta que firman su 'número dos' en el PSOE, Adriana Lastra, y el secretario de Organización, José Luis Ábalos, entre otros, y que se distribuyó desde Ferraz.

El líder del PSOE aprovechó la mención al presidente de Cs para desearle una pronta recuperación a Rivera, que ya le trasladó en un mensaje, y con el que aclaró que, “más allá de las discrepancias” políticas, no tiene “mala relación” personal. Si bien políticamente deploró que el líder de Ciudadanos “ni tan siquiera haga el esfuerzo de reunirse con quién” ha designado el Rey que debe presentarse a la investidura, reprochándole así las dos negativas de Rivera a reunirse con el jefe del Ejecutivo y candidato.

NO ELECCIONES

Por último, Sánchez insistió en la necesidad de sacar adelante la investidura cuyo debate empieza el 22 de julio porque “España no se puede parar” y “necesita a un gobierno en julio”. Se mostró confiado de llegar a acuerdos y de no terminar en unas nuevas elecciones. “Yo no contemplo y no trabajo con un escenario de repetición electoral”, aseguró.