En la clausura de la Asamblea General de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), a la que también asistieron las ministras de Trabajo y de Industria, Carmen Calvo no avanzó pormenores de esos ajustes que se propone hacer el nuevo Ejecutivo.

Se limitó a señalar que serán decisiones en “diferentes direcciones” en materia de "Derecho laboral" con el propósito de “mejorar las condiciones y la calidad del trabajo”. “Esperamos tenerlo cuanto antes mejor, con la connivencia responsable de los partidos y los grupos parlamentarios, porque todos tenemos nuestra cuota de responsabilidad”, señaló.

Insistió en que el diálogo regirá la línea de actuación del Gobierno, “porque es lo que ha llevado en cuarenta años a este país a alcanzar elementos incontestables y notabilísimos de desarrollo”.

La vicepresidenta contestó en su discurso a la intervención previa del presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, quien pidió al nuevo Gobierno que no siga legislando en materia laboral “por decreto”, que renuncie a la "contrarreforma" laboral y que suavice la carga fiscal sobre las pymes.

Sobre el recurso al decreto, la vicepresidenta afirmó que “hemos tomado algunas decisiones que solo cabía tomarlas con legislación de urgencia” porque “no había otra alternativa en un espacio nuevo para la política española donde un Gobierno llegaba por primera vez tras una moción de censura, en un periodo de corto y en un escenario donde otros fallaron con unos Presupuestos que, si hubiéramos tenido, no habría habido una convocatoria electoral anticipada”.

En relación con la fiscalidad a las pymes, Calvo comentó que el Gobierno socialista defendió la pasada legislatura una rebaja de impuestos a las pymes y siempre mantuvo que con ellos nunca habría una “sobrecarga fiscal” a quien sustenta el grueso del tejido productivo español.

La ministra se comprometió a apoyar a las pymes en la nueva iegislatura para que mejoren su internacionalización y digitalización, e insistió en que se tomarán decisiones buscando la “paz social”.