En rueda de prensa tras la reunión de la dirección de Ciudadanos, Arrimadas reiteró sus acusaciones contra el ministro, del que reclamó explicaciones en el Congreso de los Diputados por considerar “lamentable” que en vez de proteger los derechos de todos se dedique a “calentar la calle y poner una diana en Ciudadanos”.

Arrimadas denunció la “vergüenza” de lo ocurrido en una fiesta que debe ser “de tolerancia, de respeto”, por parte de una minoría de “radicales”. “Nadie ha salido del armario por su condición sexual para tener que meterse en un armario por sus posiciones políticas”, lamentó.

Sus críticas se dirigieron sobre todo al ministro “sanchista”, al que acusan de “calentar la calle par que nos apunten” sin condenar después, e incluso “justificando” esas agresiones, y al que preguntó si pretende que los militantes de Ciudadanos estén “encerrados en casa”.

Se refirió a los ministros de Sánchez como un “peligro público” al que no tienen que pedir permiso para ir a ningún lugar, y aseguró que Ciudadanos no justificaría agresiones a socialistas en actos de víctimas de ETA por el hecho de haber pactado con EH Bildu en Navarra.

Arrimadas quiso agradecer el apoyo expreso de muchas personas que se acercaron a ellos “para darnos ánimos” y lamentar esas agresiones, y acusó a la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, de “proteger” al ministro al tener el Parlamento “cerrado a cal y canto”.