“Devolver a las personas que buscan asilo y obligarlos a permanecer en Nuevo Laredo es una política inhumana, es ponerlos en manos del crimen organizado, donde ser migrante es sinónimo de ser una mercancía”, advirtió una de las coordinadora de MSF en México, María Hernández.

Según la ONG, allí se encuentran constantemente expuestos a robos, violaciones, extorsiones, secuestros e, incluso, homicidios. De acuerdo con la organización internacional, un 45% de los pacientes atendidos de enero a mayo 2019 en esta ciudad sufrieron violencia esperando a cruzar hacia los Estados Unidos.

“La mayoría de nuestros pacientes no salen a las calles debido a que el riesgo de secuestro es inminente”, explicó Hernández. En este sentido, MSF advierte de que Nuevo Laredo no puede convertirse en una ciudad receptora de personas solicitantes de asilo en espera de respuesta por parte de Estados Unidos y que están buscando protección.

“México no puede considerarse un país seguro para quienes huyen de la violencia y Tamaulipas es buena muestra de ello”, añadió. El propio Gobierno estadounidense clasifica Tamaulipas en categoría cuatro, que exhorta a no viajar a este Estado debido al crimen y riesgo de secuestro.