Lo hizo antes de reunirse con organizaciones por la memoria histórica que, aseguró, han manifestado su interés en que en España haya un “Gobierno estable de izquierdas” con “la participación de Unidas Podemos” que lleve a la práctica medidas como las que pactaron el PSOE y Unidas Podemos en el acuerdo de Presupuestos de octubre pasado; en concreto, las que deben evitar “la impunidad del franquismo”, garantizar la justicia y reparación para sus víctimas y su derecho a acceder a los archivos que contienen información sobre sus familiares, y, por último, acabar con “el único mausoleo o parque temático del fascismo” que hay en Europa: el Valle de los Caídos.

Santiago presentó como colectiva de todo Unidas Podemos la voluntad de entrar en un Gobierno de coalición y se mostró de acuerdo con la propuesta del presidente del grupo parlamentario, Pablo Iglesias, de poner a prueba si ese Ejecutivo conjunto cuenta o no con el apoyo de suficientes grupos para sumar una mayoría absoluta.

Iglesias lanzó hoy esta idea en un artículo en ‘La Vanguardia’ para contrarrestar la coartada socialista de que otros grupos que apoyarían un Gobierno en solitario de Pedro Sánchez no lo harían con uno junto a Unidas Podemos, con lo que los apoyos no sumarían la mayoría parlamentaria. Santiago suscribió que le parece “muy coherente” poner a prueba si esta posibilidad es inviable, puesto que otras fuerzas, en alusión al PNV, “han manifestado que no van a obstruir ese Gobierno”. “A partir del 22 de julio se despejará la duda, y, si no se puede, ya veremos cómo continuamos”, dijo.

El líder del PCE criticó “el empecinamiento del PSOE de pedir cheques en blanco” en la investidura, cuando luego en el Gobierno podría llevar a cabo una política neoliberal. Si Unidas Podemos hubiera garantizado un Ejecutivo así, apuntó, “no solamente haríamos el ridículo, sino que estaríamos incumpliendo nuestro compromiso con los electores".

Además, calificó de “gran falacia” que presente las exigencias de Unidos Podemos como una “voluntad de determinados dirigentes, un ansia personal de ocupar un sillón”. Según dijo, “en absoluto hemos planteado que tiene que ser tal o cual persona en tal o cual ministerio”. Por todo ello, exigió “las cartas boca arriba” y que el PSOE “tiene que dejarse de amenazar (con nuevas elecciones y tener un talante mínimamente democrático, hablar y no pedir cheques en blanco”.