La menor abandonó el campamento tras las quejas de los familiares de otras niñas que se mostraron contrarias a que sus hijas compartieran habitación con ella. Los responsables del campamento indican que ofrecieron a la familia que la niña compartiera habitación con una monitora, opción que no habría sido aceptada por los padres.

La Coordinadora del Tercer Sector cree que la Comunidad de Madrid debería iniciar actuaciones por "un posible delito de odio". Por ello, pidió al Ejecutivo madrileño investigar si esta actuación no supone una "evidente discriminación hacia la infancia y un ataque a los derechos de los menores con discapacidad".

Desde la empresa aseguran que "no han discriminado ni expulsado a nadie", y que fue la familia quien decidió llevársela. En un comunicado publicado en Facebook, explican que ofrecieron a los padres "una alternativa" (consistente en que la niña durmiera sola con una monitora), que la familia rechazó.

Por otro lado, la coordinadora presentó una queja ante el Defensor del Pueblo y del Menor para que se inicien acciones a fin de aclarar lo sucedido.