Casado se pronunció en estos términos en la inauguración de los cursos de verano FAES sobre 'España: calidad democrática, cohesión y futuro del bienestar', donde tomó la palabra tras el expresidente del Gobierno y presidente de la Fundación FAES, José María Aznar.

El líder de los populares alertó de que España está en “el laberinto socialista” que implica estrategias “malas para todos”. Un laberinto que, en sus palabras, se resume en el hecho de no poder hacer o no saber cómo hacer lo que España necesita. “Pedro Sánchez intenta hacernos creer que ni su partido ni él personalmente tienen responsabilidad alguna en el bloqueo institucional en el que nos encontramos”, criticó.

Consideró que el secretario general del PSOE y candidato a la investidura pretende venderse como “víctima” de la situación y sostuvo que esto “no es cierto”. “Ellos son los principales responsables de haber creado el laberinto en el que estamos atrapados y hacia cuya salida no son capaces de guiarnos”, subrayó.

Recordó aquí que el PSOE en la década pasada hizo “lo que hasta entonces no había pretendido hacer ni el nacionalismo de Pujol”, en referencia al nuevo Estatuto de Cataluña. “Ellos hicieron un Estatut que trataba a Cataluña como una nación, camino de ser un Estado”, remarcó, rememorando también la oposición del PP al considerarlo “inconstitucional”.

Aseguró que el PP nunca ha tenido problemas a la hora de reconocer la diversidad de España y opinó que “más bien lo que parece es que el socialismo ha tenido desde hace años un grave problema para reconocer la diversidad política de España, particularmente la que se expresa votando al PP”.

Casado rememoró que en el PSOE “se pretendía elevar a poder constituyente el Parlamento de Cataluña y limitar las funciones del Tribunal Constitucional por la vía de los hechos”, algo que “sigue estando presente en documentos como la Declaración de Granada”, la declaración suscrita en 2013 por los líderes socialistas bajo el título ‘Un nuevo pacto territorial para una sociedad plural’ que el PSOE seguía invocando en su programa electoral de estas últimas elecciones.

"DESLEGITIMAR AL PP"

Según el líder del PP, se pretendía eso para producir el efecto político concreto de “deslegitimar al PP y el sistema del que forma parte lealmente”. “Y eso para obtener votos radicales y antisistema que permitieran al PSOE derrotar a la sólida mayoría constitucionalista y moderada que el PP había forjado en los años anteriores”, apostilló.

En el análisis de Casado, este es el inicio del laberinto y el momento en el que el PSOE se planteó “elegir entre ser oposición dentro del sistema o romper con él para poder ser Gobierno, eligiendo lo segundo, que implicaba necesariamente romper con el PP, como leal defensor del sistema”.

Denunció que el PSOE abrió hace 15 años un proceso de deslegitimación política contra el centro-derecha y que se ha puesto en marcha el principio de que “el diálogo es el premio que el socialismo reserva para los que rompen el sistema, porque romper el sistema puede considerarse casi como un derecho”.

A esto conectó “la predisposición socialista a los indultos, que no serían la consecuencia de una gracia sino el reconocimiento de la ilegitimidad del proceso judicial mismo”. “De esta manera tan destructiva de tantas cosas importantes, para buscar el voto radical que completara su mayoría, el PSOE rompió abiertamente con su propia historia y falsificó la de todos”, sentenció.

Para Casado, el PSOE rompió el consenso constitucional en el eje territorial y alimentó de esta manera las “dinámicas disolventes y el desgobierno”. “El laberinto actual expresa el éxito relativo de la deriva socialista, que ha convertido la política española en un caos sin aparente salida. No ha podido llevar al PP a la irrelevancia, pero lo ha dañado”, reconoció.

Ahora bien, advirtió de que si se sustituye al PP por el nacionalismo y el radicalismo como socios constituyentes y si se pone en marcha una campaña de deslegitimación del centro-derecha por lo que es, entonces el resultado no puede ser otro que la desestabilización y la fractura social y política.

“La hora de la verdad fue la hora del Estatut”, insistió, al igual que lo ha sido la crisis, “el golpe contra la libertad” en Cataluña o Navarra. “Y en todas estas horas de la verdad y en otras muchas que se podrían mencionar, el socialismo ha actuado de una pieza, sin fisuras reseñables ni duraderas. Todo el socialismo decidió y secundó la ruptura y la deslegitimación del PP y todo él se ha sentido cómodo con esa posición”, agregó.

RECTIFICACIÓN

Todo esto le llevó a determinar que ahora se viven las consecuencias de “una operación política de fondo en la que el socialismo se embarcó hace 15 años”. Y, por ello, destacó que hablar en serio de alianzas alternativas a la de la moción implicaría hablar "de una rectificación de rumbo histórico que ponga fin a lo que ha significado el socialismo para España a lo largo de todo lo que llevamos de siglo”.

Valoró que la capacidad de recuperación del PSOE como pilar izquierdo de un bipartidismo renovado y provechoso para España “ha alcanzado ya su límite si se sigue alimentando la radicalidad”. En este contexto, a pesar de reconocer que su oposición es más débil que la del PSOE, consideró que la posibilidad del restaurar el pilar derecho del bipartidismo es “estructuralmente más clara y encarna menos dificultades”.

Bajo la premisa de que el PSOE “ha creado la situación en la que estamos” al decidir “volcar la política española hacia el extremo izquierdo y haciendo protagonistas decisivos a quienes no lo eran”, sostuvo que no cooperará “ni activa ni pasivamente” para que el PSOE “siga igual”.

“Mi tarea y la de mi partido es muy clara: reconstruir el pilar derecho de nuestro sistema. Y señalar el camino para la reconstrucción del pilar izquierdo, animando a que se haga. Es lo que estoy haciendo y es lo que siempre haré”, remachó Casado.